Un
equipo internacional de investigadores con participación del Consejo Superior
de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto que la salida prematura de
las hojas de los árboles europeos se ha frenado desde 1980. El estudio,
publicado en el último número de la revista Nature, demuestra que este
freno es resultado de otro factor que regula la salida de las hojas: la
acumulación de frío durante el invierno.
Hasta ahora la mayoría de teorías científicas apuntaban
a que el calentamiento global y, por tanto, también el adelanto de la
primavera, provocaba que las hojas salieran hasta cuatro días antes por cada
grado que aumentaba la temperatura. "Hemos observado que las hojas de los
árboles europeos no brotan tan pronto como se pensaba, porque necesitan
acumular un cierto número de noches frías para despertar del estado de
dormición invernal", comenta Josep Peñuelas, investigador del CSIC y
director de la Unidad
de Ecología Global del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones
Forestales (CREAF).
Los científicos han comprobado a lo largo de 30 años que
los inviernos, más cálidos, contrarrestan la llegada prematura de la primavera
fenológica, ya que las hojas de las siete especies de árboles más predominantes
de Europa no adelantan su salida a la velocidad prevista hasta ahora. Sus
análisis muestran que, entre 1980 y 1994, por cada grado que se incrementó la
temperatura primaveral, la salida de las hojas se adelantó cuatro días. En
cambio, entre 1999 y 2003, este número se retrasó hasta 2,3 días por cada
grado.
“Esta menor sensibilidad de los
árboles al cambio climático probablemente se explica porque, durante el
invierno, cada vez hace menos frío y las plantas necesitan acumular el frío necesario
durante más tiempo para despertar del letargo invernal", comenta Peñuelas.
"Si, según marcan los modelos para las próximas décadas, el invierno se torna
cada vez más cálido, el avance en la salida prematura de las hojas se verá
frenado", concluye.
Los días cortos alertan de las heladas
El estudio también menciona otro mecanismo de control
que ralentiza el proceso: el denominado “fotoperiodo”. "Las plantas están
evitando que los brotes salgan antes de tiempo porque detectan las pocas horas
de luz características del invierno. Gracias a este mecanismo, protegen los
primeros brotes de los posibles daños de las heladas", explica el
investigador del CSIC. Y agrega: “Si continúa disminuyendo el frío invernal,
puede que los árboles caducifolios tengan problemas para controlar la salida y
desarrollo de las hojas, como se observa cuando se plantan frutales en países
más cálidos”.
“En todo caso, la menguante sensibilidad de la salida de
las hojas al calentamiento progresivo nos preocupa porque reduce el potencial
de los bosques de secuestrar más carbono, lo que intensificaría aún más los
efectos del calentamiento global”, destaca Peñuelas.
Yongshuo H. Fu1, Hongfang Zhao,
Shilong Piao, Marc Peaucelle, Shushi Peng, Guiyun Zhou, Philippe Ciais,
Mengtian Huang, Annette Menzel, Josep Peñuelas, Yang Song, Yann Vitasse,
Zhenzhong Zeng & Ivan A. Janssens. Declining global warming effects on the phenology of
spring leaf unfolding. Nature.
DOI: 10.1038/nature15402
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