Se ha logrado un 80 por ciento de
supervivencia media de los árboles reforestados frente al entre 5 y 20 por
ciento obtenido con los medios tradicionales.
Tras cinco años de trabajo, los socios del
proyecto europeo LIFE+ The Green Deserts (Los Desiertos Verdes), coordinado por
la Universidad
de Valladolid (UVa), presentan los resultados en una Conferencia Internacional
que tiene lugar hoy miércoles y mañana, 18 de junio, en el Palacio de Congresos
Conde Ansúrez de Valladolid. El evento coincide con el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación,
que se celebra anualmente el 17 de junio.
El proyecto ha conseguido demostrar la eficacia de una innovadora tecnología,
denominada Groasis Waterboxx (WB), para la plantación de árboles en zonas
desertificadas, pobres o rocosas. Con este sistema, que no necesita riego, se
ha logrado un 80 por ciento de supervivencia media de estos árboles frente al
entre 5 y 20 por ciento obtenido con los medios tradicionales.
En la presentación de la
Jornada han intervenido la directora general de Desarrollo
Rural y Política Forestal del Ministerio de Agricultura, Begoña Nieto Gilarte,
y el rector de la
Universidad de Valladolid, Daniel Miguel San José, quien ha
destacado este proyecto internacional cuyo fin último es buscar soluciones para
paliar la desertificación y el cambio climático, “un problema especialmente
importante para España, en general, y para Castilla y León, en particular,
donde existen muchas zonas necesitadas de árboles”. El rector ha subrayado que
este tipo de iniciativas ponen en valor la investigación, el desarrollo y la
innovación que se lleva a cabo desde la Universidad de Valladolid y, concretamente, en el
Campus de Palencia.
Por su parte, la directora general Desarrollo Rural y Política Forestal del
Ministerio de Agricultura ha hecho hincapié en que la Conferencia Internacional
coincide con la celebración del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación,
cuyo objetivo es concienciar a la sociedad de la relevancia de este problema.
“En España las tierras áridas constituyen un 74 por ciento del total de la
superficie y en el mundo se destruyen tres toneladas de suelo fértil por
habitante al año”, ha incidido.
En la Jornada
de hoy se abordarán tres temáticas: el desarrollo y los resultados del proyecto
Los Desiertos Verdes, el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y
la cooperación con otros proyectos relacionados; mientras que mañana se
realizará una visita a las zonas de plantación de árboles en Soto y Matallana,
dos de las cinco áreas reforestadas durante el proyecto LIFE+.
Lucha contra la desertificación
El proyecto LIFE+ Los Desiertos Verdes surge en el contexto de las condiciones
medioambientales de la
Península Ibérica (altas temperaturas, suelos pobres, alta
radiación, alta evaporación y pocas precipitaciones), que limitan el éxito de
las acciones de reforestación. Sumado a esto, el riego no es una solución
viable en la mayoría de zonas mediterráneas. La escasez de agua en la tierra
produce estrés hídrico en las plantas, lo cual acelera el proceso de
desertificación. Todos estos factores restringen la supervivencia de los
plantones o plantas que se utilizan en la reforestación.
En este sentido, el cambio climático supone un gran reto para la agricultura y
la selvicultura tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo. A
nivel nacional, se estima que la desertificación crece un 8 por ciento al año.
El fin último del proyecto europeo ha sido demostrar la viabilidad técnica y
económica de la aplicación a gran escala de la tecnología Groasis Waterboxx
para que sea implementada como herramienta de reforestación y en la lucha
contra los efectos desastrosos del cambio climático. Para ello, se han
reforestado áreas de cinco provincias españolas que se caracterizan por incluir
en su territorio zonas secas, con diferentes climas, tipos de suelo, usos de
tierra y presencia de árboles autóctonos.
Cinco zonas degradadas
Concretamente, los trabajos se han llevado a cabo en la estación de esquí de
San Isidro (León) en un área con baja capacidad de retención de agua en la que
la nieve está presente durante gran parte del año; en Riofrío de Aliste
(Zamora), donde se ha reforestado una mina de pizarra, en una zona que presenta
vientos fuertes, un suelo ácido y una sequía extrema en verano; en Matallana
(Valladolid), en unos terrenos abandonados, usados como vertederos ilegales y
muy difíciles de reforestar por falta de capa vegetal; en San Mateo de Gállego,
en Los Monegros (Zaragoza), una zona caracterizada por una desertificación
extrema, debido a la escasa precipitación y a sus suelos muy pedregosos y
arcillosos; y en Viladecans y Sant Boi de Llobregat (Barcelona), en un área muy
inclinada, susceptible a incendios forestales, con un suelo muy pedregoso y con
baja capacidad de retención de agua.
En total, se han reforestado 63 hectáreas en un plazo de cinco años
(2010-2015) mediante cerca de 28.100 Groasis Waterboxx. Se seleccionaron 25
especies de plantas nativas en función de su aporte a la preservación del
paisaje y sus beneficios económicos y ecológicos y se plantaron 56.200 árboles.
El peso de la parte investigadora ha recaído en un equipo de la Escuela de Ingenierías
Agrarias de Palencia encabezado por el profesor del Departamento de Ciencias de
los Materiales Zacarías Clérigo, aunque también están involucrados científicos
del Área de Ingeniería Cartográfica, Geofísica y Fotogrametría y del
Departamento de Producción Vegetal.
Como explica Zacarías Clérigo, el equipo no solo se ha encargado del diseño de
las áreas de experimentación, la selección de las plantas y la monitorización
de las actividades de reforestación, sino que también ha optimizado el sistema.
“Hemos mejorado el diseño del prototipo inicial de Groasis Waterboxx, su
estructura y también el material, ya que el primero era de plástico
(polipropileno) y hemos evolucionado a uno de cartón reciclado que supone un
abaratamiento del coste, es biodegradable e inocuo y además aporta nutrientes a
estos suelos degradados”, apunta.
Control de la supervivencia mediante
drones
Para el seguimiento de la tasa de supervivencia de las plantas los
investigadores han utilizado drones con sensores optimizados para capturar
longitudes de onda del espectro visible y del infrarrojo cercano, lo que ha
permitido reducir costes en los muestreos. “Lo que hacemos con los drones es
evaluar la cantidad de biomasa que va creciendo y además las cámaras de
infrarrojo nos permiten detectar los árboles que tienen ciertas enfermedades y
conocer cuáles son”, agrega el coordinador del proyecto.
Además de una supervivencia media cercana al 80 por ciento, los investigadores
han comprobado que la utilización del Groasis Waterboxx durante el primer año es
fundamental para la supervivencia y consolidación del árbol y sus raíces en el
subsuelo. También han determinado que es imprescindible utilizar plantones de
alta calidad, una correcta gestión de la plantación, además de un mantenimiento
adecuado posterior. Asimismo, se ha detectado un aumento de la biodiversidad en
las áreas reforestadas durante el proyecto.
A pesar de ser muy efectivo en términos de supervivencia, el Groasis Waterboxx
es aún demasiado costoso para ser viable. No obstante, el prototipo de cartón
de pulpa biodegradable aparece como una interesante oportunidad para ser
producido a gran escala en el futuro y competir realmente como una alternativa
a los métodos tradicionales de reforestación.
“En aquellas zonas secas donde es difícil la explotación agraria tradicional y
el agua es muy cara, este sistema permite introducir ciertos cultivos que de
otra manera sería imposible, como maderas nobles, cultivos de almendro o
pistacho, e Incluso se podrían producir hortícolas, como tomates, convirtiéndose
en una herramienta fundamental para la agricultura ecológica”, señala Clérigo.
Los socios del proyecto han organizado
diversas sesiones de capacitación, jornadas técnicas y conferencias, tanto a
nivel nacional e internacional, sobre temas como la desertificación, el uso
sostenible del suelo, la reforestación y el cambio climático. En esta línea, se
han celebrado varios eventos de difusión de información y concienciación con
visitas a las plantaciones en las que participaron activamente sectores locales,
organizaciones internacionales y voluntarios. Por otro lado, se han realizado
varios videos sobre el proyecto y su efecto en la lucha contra la
desertificación y el cambio climático.
LOS DATOS
Proyecto: LIFE+
The Green Deserts (LIFE09 ENV/ES/447). New planting techniques for tree
cultivation in desertified environments to face climate change.
Coordinador: Fundación General de la Universidad de
Valladolid.
Socios: AquaPro BV, Sylma BVBA (Bélgica), Diputación Valladolid,
Diputación León, Ayuntamiento de San Mateo de Gállego (Zaragoza), Ayuntamiento
de Riofrío de Aliste (Zamora) y Transfer Latin Business Consultancy S.L
(Holanda).
Presupuesto: 2.074.518 euros (1.007.997 financiados
por la Comisión
Europea).
Duración: 5 años (01/09/2010 – 31/08/2015).
FUENTE:
UVA/DICYT