viernes, 20 de mayo de 2016

EL 20% DEL TERRITORIO ESPAÑOL SE HA DESERTIFICADO

Un 20% del territorio español ya se ha desertificado, y un 1% está degradándose, según concluye un estudio liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Los resultados, basados en la actualización de dos sistemas de medición, se han publicado en la revista Science of the Total Environment.

Con este trabajo se contribuye al establecimiento de un Sistema Integrado de Evaluación y Vigilancia de la Desertificación, objetivo primordial del Programa de Acción Nacional contra la Desertificación, publicado en 2008. En este trabajo, liderado por investigadores de la Estación Experimental de Zonas Áridas, en Almería, se han desarrollado dos herramientas: un mapa de condición de la tierra que permite conocer la situación de degradación del territorio y sus tendencias, y un conjunto de modelos de simulación sobre cada paisaje de desertificación detectados en el programa, para estimar el riesgo de desertificación de cinco casos representativos y establecer la jerarquía de los factores que intervienen en el proceso. “Los primeros modelos de simulación implementados revelan que los cultivos herbáceos afectados por erosión son el paisaje más proclive a desertificarse. Además, en cada uso del suelo considerado, los factores dominantes son los climáticos por encima de los socioeconómicos”, explica el director del estudio, Jaime Martínez Valderrama, investigador del CSIC en la Estación Experimental del Zonas Áridas.

El trabajo ha sido elaborado con el apoyo de la Universidad Politécnica de Madrid y el Instituto de Economía, Geografía y Demografía, del Centro de Ciencias Humanas y Sociales. El investigador advierte, sin embargo, que “es necesario estudiar más casos para cubrir la casuística que ofrece el territorio español y que permita reproducir los análisis en distintos lugares. Hasta que se complete dicha tarea no será posible obtener conclusiones robustas y generalizar los resultados expuestos”. La Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación entró en vigor el 26 de diciembre de 1996. En la actualidad ha sido firmada por 191 países, entre ellos España.

Todos los países signatarios tienen la obligación de elaborar y ejecutar un Programa de Acción Nacional contra la Desertificación, que es el principal compromiso contraído con este acuerdo. España publicó su plan en 2008, gracias la centralización de diversos esfuerzos promovidos por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. La Estación Experimental de Zonas Áridas ha participado desde el principio en su elaboración y redacción.

Jaime Martínez-Valderrama, Javier Ibáñez, Gabriel del Barrio, María E. Sanjuán, Francisco J. Alcalá, Silvio Martínez-Vicente, Alberto Ruiz, Juan Puigdefábregas. Present and future of desertification in Spain: Implementation of a surveillance system to prevent land degradation. Science of the Total Environment. Doi: 10.1016/j.scitotenv.2016.04.065


FUENTE: CSIC

jueves, 12 de mayo de 2016

UN PROYECTO EUROPEO BUSCA MEJORAR EL USO DE RECURSOS GENÉTICOS DE TOMATE, PATATA, PIMIENTO Y BERENJENA

En el marco del proyecto, se creará una base de datos integral de decenas de miles de variedades, junto con sus características genéticas y morfológicas

Utilizar de forma más eficiente los recursos genéticos de tomate, patata, pimiento y berenjena para conseguir nuevas variedades más resistentes a enfermedades y al cambio climático y con mayor valor nutricional. Este es el objetivo de G2PSOL, un proyecto europeo financiado por el programa Horizonte 2020, entre cuyos socios se encuentra la Universitat Politècnica de València, a través del Instituto de Conservación y Mejora de la Agrodiversidad Valenciana (COMAV).

Según explica Jaime Prohens, director del COMAV de la UPV, actualmente a nivel mundial hay unas 120.000 accesiones de estos cultivos en bancos de germoplasma. De todas ellas, más de la mitad -65.000- pertenecen a los distintos socios del proyecto. 

“Se trata de recursos genéticos de gran valor pero que muchas veces están infrautilizados. En este proyecto queremos hacer un inventario de los bancos de germoplasma y colecciones de todo el consorcio y, a partir de ahí, crear un portal en el que se incluyan los datos de las variedades almacenadas en los principales bancos de germoplasma, junto con la información genética y morfológica obtenida tanto en el proyecto, como con anterioridad al mismo”, explica Prohens.

Este banco permitirá a los mejoradores de especies identificar dónde se localizan aquellos recursos que necesiten, no sólo por los datos de origen, sino por sus características agronómicas; ayudará también a detectar duplicados y, en definitiva, “permitirá optimizar su utilización para la mejora de las variedades en las que se centra el proyecto”. 

Genotipado masivo

Uno de los primeros pasos de este proyecto internacional será la realización de un genotipado masivo de los recursos, con el objetivo de conocer su diversidad genética para poder formar lo que se conoce como colecciones nucleares -una colección nuclear es un número reducido de variedades, entre 200 y 300 incluyendo especies silvestres, en la que está representado un máximo de diversidad genética. “Esas colecciones se cultivarán en diferentes países y se evaluará su respuesta frente a diferentes caracteres agronómicos, de resistencia y de interés nutricional”, apunta Prohens.

Programas de premejora

G2PSOL incluye también la puesta en marcha de diferentes programas de premejora como estrategia previa a la futura obtención de nuevas variedades. “Para ello, trabajaremos en el cruzamiento de especies silvestres o de variedades no comerciales pero con algún rasgo de interés –resistencia a enfermedades, por ejemplo- con otras para la generación de esas variedades vegetales mejoradas”, apunta Jaime Prohens.

Participación COMAV

Dentro de este proyecto, el COMAV de la Universitat Politècnica de València coordinará todo el trabajo de inventario de recursos genéticos y establecimiento de descriptores unificados. Participará también en el genotipado y secuenciación, fenotipado de las colecciones nucleares y premejora. Todo ello será dirigido por Mª José Díez, como responsable del Banco de Germoplasma del COMAV, y Jaime Prohens.

El proyecto, que se extenderá hasta el año 2021, está coordinado por el Dr. Giovanni Giuliano de la Agencia Nacional para las Nuevas Tecnologías, Energía y Desarrollo Económico Sostenible, de Italia. Y en total, aglutina a diecinueve socios de doce países, en concreto: Reino Unido, Holanda, Alemania, España, Francia, Polonia, Italia, Bulgaria, Israel, Perú, Turquía y Taiwan.


FUENTE: UPV/DICYT