viernes, 14 de septiembre de 2012

NUEVAS VARIEDADES DE ARÁNDANOS

El nuevo arbusto que crecen en el jardín de su vecino podría ser exactamente lo que se piensa: una planta ornamental que produce arándanos de color rosa. Estas bayas son bonitas y sabrosas, según científico Mark K. Ehlenfeldt con el Servicio de Investigación Agrícola (ARS).
Como genetista de plantas del ARS en Chatsworth, Nueva Jersey, Ehlenfeldt ha desarrollado, o ha ayudado a desarrollar, una docena de nuevas variedades de arándanos, incluyendo 'Pink Lemonade' ("limonada rosada").
'Pink Lemonade' no es el primer arándano que produce bayas de color rosa, pero probablemente es el más popular de estos tipos de arándanos en EE UU. En 1991, Ehlenfeldt escogió los padres usados para desarrollar 'Pink Lemonade'. Los resultados de pruebas de campo en Nueva Jersey y evaluaciones realizadas por Chad Finn en el ARS en Corvallis, Oregón, llevaron al lanzamiento oficial de este arándano como una selección numerada (ARS 96-138) en el 2005, y en el 2007, con el nombre 'Pink Lemonade'.
Después de pruebas extensas de una nueva variedad de planta, el lanzamiento típicamente involucra el nombramiento, una descripción del pedigrí de la variedad y otra información en una notificación publicada, y luego la distribución de la variedad a uno o más proveedores de plantas de fundación para vender a los viveros comerciales, donde las plantas se propagan para venta al por menor o al por mayor.
Otro arándano notable producido en el programa en Chatsworth es 'Razz', el cual ofrece el sabor de la frambuesa. 'Razz' fue desarrollado en el 1934 por Frederick W. Coville, quien era el primer criador de nuevas variedades de arándanos en el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA por sus siglas en inglés), y fue escogido para pasar por más estudios por investigadores del USDA y de universidades durante la próxima década. Originariamente considerado como demasiado raro, 'Razz' finalmente fue descubierto de nuevo, probado otra vez, y lanzado oficialmente en el 2011.
'Sweetheart' ("cariño") produce bayas firmes y sabrosas de tamaño medio de mediados a fines de junio, y también produce una segunda cosecha más pequeña durante el otoño si el clima es templado. Ehlenfeldt nombró y lanzó 'Sweetheart' en el 2010.
Algunos aficionados del arándano consideran 'Cara's Choice' ("elección de Cara") como el arándano más sabroso ahora disponible. Ehlenfeldt dice que esta planta produce una baya muy dulce y de tamaño medio, con un aroma agradable. Se pueden dejar las bayas en la planta durante varias semanas después de la maduración. Las bayas continúan a azucararse y hacen posible la prolongación de la cosecha.
Arlen D. Draper, quien era el antiguo investigador de arándanos con el USDA, escogió los padres usados para desarrollar 'Cara's Choice'. Evaluaciones realizados por Draper, Ehlenfeldt y otros investigadores llevaron al lanzamiento de 'Cara's Choice' en el 2000.
Lea más sobre estas bayas en la revista 'Agricultural Research' de septiembre del 2012 y también en línea en www.ars.usda.gov/Ehlenfeldt.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

LOS ECOSISTEMAS MANIPULADOS POR EL HOMBRE TIENEN UN MAYOR RIESGO DE PLAGAS

El impacto de algunas epidemias, como la del mildiu de la patata en Europa a mediados del siglo XIX  o la de la grafiosis del olmo en el último tercio del siglo XX, han tenido efectos sanitarios, ecológicos, socioeconómicos y políticos mucho mayores, comparables a las de las enfermedades humanas y de animales más devastadoras.
Una de las cuestiones más estudiadas por los expertos es la razón por la que los ataques de las plagas y enfermedades son en general más graves en los ecosistemas agrícolas en comparación con los silvestres.
Un equipo de investigadores del Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas  de la Universidad Politécnica de Madrid (CBGP-UPM / INIA) y del Instituto de Ecología  de la Universidad Nacional Autónoma de México, liderado por Fernando García-Arenal, se ha propuesto averiguar las razones que explican este fenómeno, buscando evidencias epidemiológicas para algunas de las hipótesis que se manejan en la comunidad científica.
Entre las teorías que se manejan en el estudio, publicado recientemente en PLoS Pathogens, destacan las que hacen referencia a la reducción de la diversidad de especies del hábitat y de la diversidad genética de la planta huésped en los agroecosistemas, junto al aumento de su densidad.
La intervención humana está asociada a una menor diversidad de especies del hábitat.

El caso del pimiento silvestre
El primer paso para analizar todas estas teorías fue seleccionar el vegetal con el que se iba a realizar este trabajo, un factor muy importante por la dificultad para obtener datos de una misma especie huésped en ecosistemas silvestres y agrícolas.
Para superar este obstáculo, los investigadores aprovecharon que la domesticación de diversas especies de plantas silvestres de uso humano se está produciendo en Mesoamérica en la actualidad. Como huésped focal del trabajo escogieron el pimiento silvestre o chiltepín (Capsicumannuumvar glabriusculum), antecesor silvestre del pimiento cultivado.
El chiltepín crece en hábitats agrícolas y silvestres, y sus plantas muestran síntomas de enfermedades virales en todos los hábitats, por lo que es idóneo para analizar la relación entre los cambios ecológicos causados por la actividad humana y la emergencia de enfermedades.
Durante tres años, los expertos estudiaron poblaciones de chiltepín de distintas regiones de México en hábitats con desigual nivel de intervención humana y estimaron la incidencia de infección por virus, la incidencia de plantas con síntomas, la diversidad de especies del hábitat, así como la diversidad genética de la población de chiltepín y su densidad.
“El análisis de los datos demostró que cuanto mayor es el nivel de intervención humana, mayor es la incidencia de infección viral y de plantas sintomáticas, es decir, mayor es el riesgo de enfermedad”, explica García-Arenal.
Además, la intervención humana está asociada a una menor diversidad de especies del hábitat, una menor diversidad genética y un aumento de la densidad de plantas de la misma especie, todos ellos factores que incrementan el riesgo de enfermedades en la población vegetal.
El trabajo, financiado por la Fundación BBVA, el Plan Nacional de I+D+i, España, y el Instituto de Ecología, UNAM (México), también tiene un interés particular en el contexto del problema que representa la disminución actual de la diversidad de los ecosistemas de todo el mundo debida, entre otros factores, a actividades humanas.
“La disminución de la biodiversidad se asocia en general con la extinción de especies, con el agotamiento de los recursos naturales y con un empobrecimiento de los servicios que prestan los ecosistemas.
“Otro efecto principal de la pérdida de biodiversidad es que favorece la emergencia de las enfermedades de las plantas, un aspecto del que es menos consciente la sociedad y que también es cada vez  más evidente en el caso de enfermedades de humanos o de animales. Por tanto, los resultados no son sólo relevantes para entender las interacciones planta-virus, sino que pueden tener una aplicación general para comprender la emergencia de las enfermedades infecciosas”, asegura el investigador del CBGP-UPM_INIA.

Referencia bibliográfica:
Israel Pagán, Pablo González-Jara, Alejandra Moreno-Letelier, Manuel Rodelo-Urrego, Aurora Fraile, Daniel Piñero, Fernando García-Arenal. "Effect of Biodiversity Changes in Disease Risk: Exploring Disease Emergence in a Plant-Virus System". PLoS Pathogens julio de 2012
Fuente: UPM

martes, 4 de septiembre de 2012

LA INVESTIGACIÓN SOBRE VARIEDADES TRADICIONALES DE OLIVO DA LUGAR A PROYECTOS DE I+D+I

Las variedades tradicionales de olivo en el Sur de la provincia de Salamanca y el Norte de Cáceres producen un aceite característico por su sabor especial y por su mayor contenido en ácidos grasos esenciales, especialmente el ácido oleico, y en sustancias antioxidantes. Para aprovechar este potencial, la empresa Soleae promueve proyectos de I+D+i para la recuperación, conocimiento y promoción del aceite de oliva generado a partir de estas variedades locales.

Soleae es un negocio afincado en Herguijuela de la Sierra, un pequeño municipio de la provincia de Salamanca ubicado en el Parque Natural de las Batuecas-Sierra de Francia. Esta empresa nació como un pasatiempo para sus creadores, María Hernández, licenciada en Biología, y Jesús Ángel Blanco, agricultor, que llegaron a la zona por motivos laborales y decidieron adquirir una tierra con 60 olivos. La variedad de los olivos de la parcela, denominada Manzanilla Cacereña, es muy diferente de las variedades habituales de aceituna comercial, y al preparar aceite con su primera cosecha estos dos emprendedores notaron sus características especiales e intuyeron el potencial de este aceite en el mercado especializado.
La variedad Manzanilla Cacereña está adaptada a los factores ambientales del Sur de Salamanca y el Norte de Cáceres, clima de montaña y suelos pobres en nutrientes y muy ácidos. Su principal inconveniente es el bajo rendimiento graso, que provoca que por cada kilogramo de aceituna se obtenga sólo la tercera parte del aceite que se obtiene a partir de variedades más comerciales, como Hojiblanca o Picual. La otra variedad con la que cuentan, aunque menos representada en los cultivos, es la Ocal, también muy adaptada a las peculiaridades de la zona y resistente a posibles enfermedades, que se cultivaba antes que la Manzanilla y que tiene un mayor rendimiento en la producción de aceite. Sin embargo, la variedad Ocal hoy en día está muy poco representada en la zona, quedando pocos árboles y en muy mal estado.

Los aceites procedentes de estas dos variedades se diferencian de los aceites más comúnmente comercializados en el sabor, pero también en su composición. Ambas variedades producen un aceite con un contenido en el ácido graso monoinsaturado oleico superior al aceite comercial, con entre un 78 y un 80% en la Manzanilla y un 70% en la Ocal, mientras que la Arbequina, variedad común en el aceite de supermercado, se queda en el 60%. Además contienen sustancias antioxidantes en alta concentración, también superior al contenido en los aceites comerciales.

Los componentes de Soleae se definen ante todo como agricultores, pero ello no impide que promuevan proyectos de I+D+i. Uno de ellos es el de impulsar el estudio de los olivos de Ocal, obteniendo un aceite monovarietal, es decir, de una única variedad, que permita un estudio en profundidad de sus características organolépticas y de su composición, ya que estas aceitunas se suelen mezclar con la Manzanilla para producir un aceite mixto, llamado también coupage.

Conocimiento

En la zona de la Sierra de Francia, especialmente en el término municipal de Sotoserrano, el cultivo de olivar lleva 10 años remontando, con unas 40 hectáreas de nuevos cultivos de la variedad Hojiblanca. Sin embargo, Soleae pretende impulsar el conocimiento de las variedades locales de olivo, en especial de Ocal, de modo que los nuevos agricultores puedan decidir si desean utilizar esta variedad en lugar de otras menos adaptadas y más extendidas en el mercado. Esto podría suponer una ventaja para el agricultor, tanto desde el punto de vista del cultivo, más sencillo con variedades más aptas para la zona, como comercial, ya que la Ocal es una variedad única que da un aceite con características diferentes al producido en otras regiones de España, y puede ser muy apreciado en hostelería. María Hernández afirma que "en el mercado de hoy en día la forma de diferenciarse es con este tipo de cosas". Para ello la empresa puso en marcha el proyecto de recuperación de la variedad Ocal, ya que los pocos olivos que quedan en las parcelas son muy antiguos y se encuentran en mal estado.

El proyecto piloto, para el que contaron con el apoyo del Ayuntamiento de Herguijuela de la Sierra, que cedió una parcela, consistió en el estaquillado de varios olivos Ocal, con el objetivo de obtener plantas jóvenes. Esta fase no ha dado el resultado deseado, probablemente por problemas con el control de la humedad, por lo que actualmente se están buscando colaboraciones con una facultad, escuela o vivero públicos o privados con experiencia en la propagación vegetativa, que pueda producir olivos jóvenes de forma profesional.

Como el momento ideal para comenzar con la propagación es el invierno, actualmente tratan de impulsar el proyecto, para poder iniciarlo a mediados de otoño. Los plazos son muy lentos (tres meses de enraizado, dos años de adaptación en maceta y cinco años desde el transplante al terreno hasta que se obtiene fruto), por lo que un olivo puede tardar más de siete años en ser productivo.
Fuente: PAD/DICYT