Científicos del ARS y sus colaboradores están proveyendo nueva información a los agricultores en Montana, Dakota del Sur y Dakota del Norte sobre el valor de prácticas agrícolas de calidad probada para reducir su "huella de cambio climático".
Upendra Sainju y sus colegas con el ARS en Sidney, Montana, han estudiado cómo los sistemas de la labranza cero, la rotación de cultivos y otros enfoques pueden reducir las emisiones de los gases del efecto invernadero, mantener los rendimientos de cultivos, y reducir el uso del fertilizante de nitrógeno. ARS es la agencia principal de investigaciones científicas del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA por sus siglas en inglés), y esta investigación apoya la prioridad del USDA de responder al cambio climático.
La agricultura contribuye aproximadamente el 25 por ciento del dióxido de carbono producido por los seres humanos y el 70 por ciento del óxido nitroso soltado a la atmósfera. La labranza, la secuencia de cultivos, las prácticas de manejo de cultivos y de los campos en barbecho, y el uso de fertilizantes de nitrógeno pueden tener papeles significativas en esas emisiones.
Los investigadores evaluaron los efectos del riego, la labranza, los sistemas de cultivación, y el uso de fertilizantes de nitrógeno en las emisiones de los gases del efecto invernadero en cinco sistemas de cultivación en el suelo arenoso limoso en la parte occidental de Dakota del Norte, donde los agricultores pueden regar sus campos.
Los científicos también estudiaron tres sistemas de cultivación en el suelo limoso en la parte oriental de Montana donde la irrigación típicamente no es una opción. Ellos cultivaron la cebada con la labranza convencional y sin o con el fertilizante de nitrógeno; la cebada con la labranza cero y sin o con el fertilizante; y una rotación de la cebada y los guisantes con la labranza cero y sin y con el fertilizante. Algunos sistemas recibieron el riego y otros no, y los investigadores anotaron la temperatura y la humedad del suelo, midieron la masa de las plantas, y usaron cámaras estacionarias con aberturas para medir las emisiones de los gases del efecto invernadero.
Sus resultados, los cuales fueron publicados en 'Journal of Environmental Quality' (Revista de Calidad Ambiental) y 'Soil Science Society of America Journal' (Revista de la Sociedad Americana de la Ciencia del Suelo) demostraron que, sin tener en cuenta el uso del riego, la rotación de la cebada y los guisantes en combinación con la labranza cero y una tasa reducida del uso del fertilizante de nitrógeno fue el sistema más eficaz para reducir las emisiones de los gases del efecto invernadero y mantener los rendimientos. También descubrieron que la rotación de la cebada y los guisantes permitió una reducción en el uso de los fertilizantes sin afectar negativamente los rendimientos.
Este estudio es parte de un esfuerzo extenso de examinar los efectos del riego y diferentes estrategias de manejo en la emisión de los gases del efecto de invernadero en la región de las Grandes Llanuras. Los agricultores han sabido por muchas décadas que la labranza cero mejora la calidad del suelo, y que la rotación de los cultivos reduce las malas hierbas, las enfermedades de plantas, y los insectos plagas. Pero este estudio y otros similares están animando a los agricultores a utilizar la labranza cero, la rotación de cultivos, y menos fertilizantes de nitrógeno.
Lea más sobre esta investigación en la revista 'Agricultural Research' de marzo del 2013.