miércoles, 25 de mayo de 2011

LA ENFERMEDAD DE LAS BAYAS MOMIFICADAS EN LOS ARÁNDANOS

Los arándonos ofrecen muchos beneficios nutricionales, pero algunas variedades de esta fruta no pueden combatir el hongo Monilia vaccinii-corymbosi, el cual causa la enfermedad conocida como la baya momificada.

Afortunadamente, científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) con más de 100 años de experiencia en el cultivo y la producción de los arándanos, como el genetista Mark Ehlenfeldt y el patólogo de plantas James Polashock personifican la última generación de estos investigadores.

Ellos y sus colegas en el ARS han realizado estudios detallados para evaluar la reacción de las variedades actuales de arándano a infección por el hongo, el cual ataca en dos etapas.

Durante la primera etapa, llamada la etapa de tizón, hay estructuras pequeñas en forma de una taza que contienen las esporas del hongo. Estas estructuras crecen en bayas escondidas debajo las hojas en el suelo. El viento esparce las esporas a las plantas cercanas, infectando de este modo los brotes y las hojas de estas plantas. Durante la segunda etapa, el hongo penetra en la baya y causa su contracción, marchitamiento y blanqueamiento, de ahí, la referencia a la momia. Con el tiempo, la baya momificada se cae al suelo y se queda durante el invierno, creando el marco para una nueva ronda de infección durante la primavera.

En un estudio con resultados publicados en la revista 'HortScience', los investigadores analizaron los datos relacionados a la resistencia al tizón en 125 variedades de arándano durante un período de dos a seis años, y datos sobre la resistencia de la fruta a infecciones en 110 variedades durante un período de dos a cinco años.

Luego clasificaron la resistencia de las variedades a la baya momificada utilizando métodos desarrollados por el estadístico Matthew Kramer con los Servicios Consultivos Biométricos del ARS en Beltsville, Maryland. Ehlenfeldt y Polashock, afiliados con el Laboratorio de Investigación del Mejoramiento Genético de Frutas y Hortalizas mantenido por el ARS en Beltsville, Maryland, pero trabajan en el Centro Philip E. Marucci de Investigación de Arándanos y Arándanos Rojos en Chatsworth, Nueva Jersey.

Las variedades que toleraron ambas etapas de la infección fúngica incluyeron 'Brunswick' y 'Bluejay'.

Lea más sobre esta investigación en la revista 'Agricultural Research' de mayo-junio del 2011.

martes, 17 de mayo de 2011

SECUENCIAN LOS GENOMAS DE HONGOS QUE ATACAN EL TRIGO Y LOS ÁLAMOS


Un grupo internacional de investigadores dirigido por un científico del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) ha secuenciado los genomas de dos patógenos fúngicos: uno que amenaza las reservas mundiales del trigo y otro que limita la producción de un árbol que podría servir como una fuente de biocombustible.
Se espera que la secuenciación del código genético del patógeno que causa la roya del tallo del trigo (Puccinia graminis) y del patógeno que causa la roya del álamo (Melampsora larici-populina) ayude a los investigadores a desarrollar estrategias de control para abordar las amenazas mundialmente a los campos de trigo y las plantaciones de árboles.
El estudio, con resultados publicados en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de EE UU., fue un esfuerzo de colaboración de seis años entre el ARS, el cual es la agencia principal de investigaciones científicas del Departamento de Agricultura de EE UU. (USDA por sus siglas en inglés); el Instituto Conjunto del Genoma del Departamento de Energía de EE.UU.; la Fundación Nacional de Ciencias; el Instituto Broad de la Universidad de Harvard; el Instituto de Tecnología de Massachusetts; la Universidad de Minnesota; y el Instituto Nacional de Investigación Agrícola de Francia.
"Las amenazas representadas por estos patógenos para dos productos agrícolas son muy graves, y estas amenazas aumentan la importancia de aprender más sobre los patógenos, desde sus bases moleculares hasta sus mecanismos de supervivencia y propagación de infección", explica Edward B. Knipling, administrador del ARS. Esta investigación apoya la prioridad del USDA de desarrollar nuevas fuentes de bioenergía y de promover la seguridad alimentaria internacional.
La roya del tallo del trigo causa mayores epidemias en los cultivos de cebada y trigo mundialmente. Una raza llamada Ug99 ha atacado los cultivos en todas partes de África y en Asia Central, y tiene la capacidad de vencer la mayoría de las variedades de trigo que tienen resistencia a la roya del tallo y que han sido desarrolladas durante los últimos 50 años.
La roya del álamo puede causar pérdidas significativas en las plantaciones de este árbol. El álamo es un cultivo importante para el sector de madera y también es importante al sector de bioenergía en EE UU y en Europa debido a su capacidad de rápidamente produce cantidades significativas de biomasa.
El estudio representa la primera caracterización del genoma entero de cualquier hongo de roya. Estos hongos son un grupo diverso que incluye más de 6.000 especies, según Szabo, investigador principal en este estudio. Szabo trabaja en el Laboratorio de Enfermedades de Cereales perteneciente al ARS en San Pablo, Minnesota.
Los hongos que causan las royas dependen del tejido vivo de su huésped para su supervivencia. Los patógenos excretan proteínas que bloquean las defensas del huésped y también toman las nutrientes de la planta. La investigación reveló pruebas de que ambos patógenos tienen grandes números de estas proteínas "efectoras", el cual es una indicación de que los patógenos desarrollaron juntos con sus plantas hospederas, según los autores del estudio.

Ya que los patógenos necesitan una planta para su sobrevivencia, no es posible producir los patógenos en cultivo de tejido en el laboratorio, y es muy difícil estudiar estos patógenos. Pero la secuenciación genética facilitará estudios de estos patógenos y sus huéspedes, según Szabo.
Los datos sobre la secuenciación genética de los genomas han sido lanzados en GenBank, el cual es un banco de genes manejado por el Centro Nacional de Información de Biotecnología en los Institutos Nacionales de la Salud.