viernes, 22 de junio de 2012

EXPERIMENTAN UNA TÉCNICA DE CONGELAMIENTO PARA RESCATAR ESPECIES VEGETALES INFESTADAS CON VIRUS

Expertos del Centro de Recursos Naturales Renovables de la Zona Semiárida (CERZOS), dependiente del Conicet y de la Universidad desarrollan una técnica de biotecnología para la conservación de especies de plantas, que a la vez puede “curar” ejemplares vegetales que padezcan algún tipo de virus. Los virus causan severos daños a la producción, ya que afectan su calidad y cantidad. Según indicó a Argentina Investiga el doctor en Agronomía Pablo Marinángeli, a partir del empleo de la técnica de crioconservación se podrían recuperar plantas sanas luego del congelamiento.

“Hay ejemplares, como es el caso del Lilium -conocido vulgarmente como lirio o azucena-, que son muy afectados por los virus y que no se pueden curar con agroquímicos”, explicó. La crioconservación es un proceso de congelamiento de la planta, a 196º C bajo cero, y se realiza sumergiendo en nitrógeno líquido porciones del ejemplar, antes cultivadas in vitro y preparadas para soportar el congelamiento y el descongelamiento. “Es una técnica que permite conservar plantas en forma indefinida, con un costo mínimo, para luego revivirlas y utilizarlas o preservar la diversidad genética de una especie”, recalcó Marinángeli.

A esas temperaturas, cualquier actividad biológica, incluso las reacciones bioquímicas que producirían la muerte de una célula, quedan efectivamente detenidas. “La técnica de la crioconservación además de usarse como herramienta para permitir conservar por tiempo indefinido ejemplares de especies vegetales en peligro o de interés para el hombre, se puede usar para erradicar virus de plantas que afectan su crecimiento y hasta pueden llegar a causar su muerte”, indicó el experto, docente del departamento de Agronomía.

En el caso del Lilium, el laboratorio de Biotecnología vegetal apunta a la producción comercial de bulbos para el mercado nacional de flor, actualmente abastecido sólo por bulbos importados. Tal como indicó, estos procesos pueden salvar especies por tiempo indefinido, porque su información genética se preserva. Además de esta especie, trabajan con cebolla y ajo.

El especialista agregó que diversas biotécnicas se aplican en especies que no se propagan por semillas. Por ejemplo, frutillas, banana, ajo, banana, manzana, pera, papa o batata, forestales y florales, para sanear y perpetuar las especies.

Biotecnología para evitar la extinción

La biotecnología es muy amplia y está presente en la vida cotidiana, en múltiples productos y procesos que le permiten sobrevivir al hombre y al resto de los organismos vivos. Es especialmente usada en agricultura, farmacia, ciencia de los alimentos, medioambiente y medicina. Se desarrolla en un enfoque multidisciplinario que involucra varias ciencias.

Según Marinángeli, su aporte es muy importante para la conservación de los recursos genéticos. “Es imprescindible porque el mundo asiste al sexto evento de extinción masiva de los organismos vivos, incluidos los parientes silvestres de las plantas cultivadas y las variedades criollas. Y el ser humano dependerá, en el futuro, de estos recursos para su supervivencia”.

“La extinción masiva se da cuando la tasa de desaparición de especies es mayor a la aparición de nuevas, debido a una conjunción de efectos naturales y, en la actualidad, de la acción del hombre, especialmente por la gran cantidad de tierras usadas para el cultivo de pocas especies y la ganadería, en desmedro de los ejemplares silvestres y cultivos locales”, acotó.

“Si bien es preferible la conservación en el lugar de donde la especie crece naturalmente, en muchos casos esto no es posible o es necesario asegurar su conservación duplicada en bancos de semillas, colecciones cultivadas en el campo o in vitro, incluida la crioconservación”, destacó.

A resguardo

En todo el mundo hay bancos de patrimonio genético vegetal que conservan semillas o cultivos in vitro. Ello abarca cereales, oleaginosas, especies frutales, hortícolas, aromáticas y forrajeras. Por ejemplo, trigo, maíz, cebada, avena, soja, batata o poroto caña de azúcar. También especies frutales (cítricos, manzanos, perales, vid, ciruelos, almendro, nogales, duraznos), olivo, quínoa, maní, girasol, sorgo y algodón, entre muchas otras.
Fuente: INFOUNIVERSIDADES/DICYT 

lunes, 11 de junio de 2012

DISEÑAN UNA PLANTA PARA APROVECHAR AL 100% LA BIOMASA FORESTAL

La Universidad de Salamanca está realizando un proyecto para diseñar una planta que permita el aprovechamiento integral de la biomasa de origen forestal. La idea es que los residuos puedan transformarse, por una parte, en energía térmica o eléctrica, y por otra, en cenizas que se aprovechen como fertilizantes para la agricultura y como material de construcción para proporcionar mejores cualidades a los hormigones. De esta forma, se eliminarían todos los residuos forestales sin tener que mandar nada a vertederos.

La iniciativa se enmarca en el Programa de Prototipos Orientados al Mercado de la Universidad de Salamanca, dentro del Proyecto de Transferencia de Conocimiento (T-CUE) de la Junta de Castilla y León y está desarrollado por María Isabel Pérez Rodríguez, alumna de Ingeniería Química, apoyada por la investigadora María del Carmen Márquez.

“Queremos transformar la fracción orgánica en energía por un proceso de pirólisis, gasificación y combustión, mientras que de la parte inorgánica se pueden aprovechar las cenizas que se generan en el proceso de combustión para la fabricación de fertilizantes o de hormigones de construcción”, declara la profesora de la Facultad de Ciencias Químicas.
Hasta el momento, sólo en contados casos se está aprovechando la posibilidad de generar energía a partir de la biomasa, mientras que el aprovechamiento de la ceniza sólo tiene lugar en el campo experimental. En los laboratorios ya están comprobadas sus propiedades, pero el reto ahora es trasladarlas a productos reales y a escala industrial.

En la actualidad, las cenizas sólo son un residuo que acaba en vertederos. Sin embargo, la idea de María Isabel Pérez es usarla como aditivo en los cementos que se están utilizando actualmente, lo cual presentaría “una serie de ventajas añadidas en cuanto a propiedades de resistencia mecánica y mayor vida útil del material”.

Agricultura
 En el terreno de la agricultura, la ceniza “actúa como fertilizante natural en los suelos”. Además, al provenir de residuos forestales “se cierra el ciclo, porque vuelve a aportar al suelo parte de los minerales que se han extraído”, comentan las investigadoras.

Por todo ello, este proyecto no sólo es viable, sino que muy probablemente se convertirá en imprescindible dadas las políticas energéticas de la Unión Europea. Por una parte, exigirá producir determinados porcentajes de energía a través de energías renovables, lo cual hace casi necesario este tipo de soluciones que aprovechen un recurso como la biomasa al máximo. Por otra parte, las normas europeas iden reducir la cantidad de residuos biodegradables que van a vertedero y ésta es una alternativa interesante porque "partimos de unos residuos biodegradables y los vamos a transformar en productos útiles al 100% sin producir ningún residuo".

Materia prima
 La materia prima serían desechos inútiles, biomasa procedente de desbroces o cortafuegos. Por eso, sería necesario situar la planta en algún lugar en el que no se le esté dando uso a estos residuos y donde el transporte hacia la futura instalación resulte barato. De hecho, al final del proyecto se propondrá una ubicación final.

La planta tendrá unas cinco hectáreas, el tamaño adecuado para la capacidad de producción elegida. La parcela contaría con una zona de entrada y almacenamiento de la biomasa, donde se recibe, se pesa y se realizan las primeras operaciones, como el astillado. Sería necesario después un horno y turbinas y generadores de energía. Finalmente, el diseño prevé la separación de la ceniza mediante cámaras de precipitación electrostática.

Proceso de investigación 
Como en todos los proyectos, la idea de diseñar una instalación de tratamiento de la biomasa dio paso a un proceso de investigación. “Teníamos que documentarnos sobre lo que ya existe y saber si el proyecto tendría una posible aplicación”, comenta María Isabel Pérez. Realizar un estudio de mercado es fundamental para saber si hay clientes interesados tanto la energía como los aditivos para fertilizantes u hormigones.

Asimismo, es necesario otro estudio sobre el tamaño que debería tener la planta para tratar el volumen de residuos deseado. La ubicación es otro elemento esencial, porque debe estar en un lugar donde los residuos forestales sean abundantes y porque el volumen de estos influirá, precisamente, en el tamaño final de la planta.

Cuando estas cuestiones previas están definidas, hay que diseñar los equipos para realizar los distintos tratamientos y distribuirlos de forma eficiente en la parcela que se ha elegido.

Una evaluación económica que tenga en cuenta todos estos factores es imprencindible para ver si la construcción de la planta sería rentable.
FUENTE: José Pichel Andrés/DICYT

lunes, 4 de junio de 2012

LA SOSTENIBILIDAD DE LAS DEHESAS, UN CRITERIO PARA RECIBIR AYUDAS DE LA POLÍTICA AGRARIA COMÚN (PAC)

Las sucesivas reformas de la Política Agraria Común (PAC) han generado una desigual distribución de las ayudas que han ido en general hacia las explotaciones más intensivas en detrimento de aquellas con carácter más sostenible. Por ello, el objetivo de los investigadores de la Escuela de Ingenieras Agrarias de la UEx ha sido estudiar la sostenibilidad de los sistemas agroforestales españoles como criterio de condicionalidad para la obtención de subsidios en el marco de la PAC.
De acuerdo con las conclusiones del estudio, publicado en Ecological Economics, las explotaciones más diversificadas son las más sostenibles, y por ello, son las más idóneas para ser elegibles en un hipotético sistema de condicionalidad de las ayudas ligado a criterios de sostenibilidad.
En la actualidad, la condicionalidad de las ayudas de la PAC no hace referencia explícita a la sostenibilidad sino a los requisitos legales de gestión y las buenas condiciones agrarias y medioambientales que debe cumplir el agricultor para la percepción de los pagos directos.
La metodología que ha permitido medir la sostenibilidad se basa en tres pilares: económico, medioambiental y social. Los atributos asociados a los tres criterios de sostenibilidad fueron a su vez cinco: adaptabilidad del sistema; autogestión o la capacidad para regular y controlar sus interacciones con el exterior; equidad social o capacidad del sistema para distribuir de manera justa los beneficios y costes;  estabilidad y por último, productividad o rendimientos y ganancias.
Las explotaciones (ganaderas, agrarias y forestales) más diversificadas como la dehesa, son más sostenibles en función de los índices elaborados. Para los investigadores, estarían en la mejor posición. Los sistemas mixtos (vacuno-ovino-porcino) fueron los más rentables y sostenibles, presentan los indicadores económicos promedios más elevados, y también las mejores puntuaciones en cuanto a productividad, adaptabilidad, estabilidad y equidad.
Hacia la 'cultura de los ingresos'
Según Juan Agustín Franco, investigador de la UEx, el propósito de la investigación es también promover el cambio de  la 'cultura de la subvención'  a la 'cultura de los ingresos', de iniciativa económica, es decir, se trataría de retribuir un servicio que la dehesa está aportando a la sociedad.
La mayoría de los expertos consideran la dehesa como un bien público ambiental de interés general, que se debe proteger y apoyar desde las instituciones europeas. Así, el estudio enumera los múltiples beneficios de la dehesa, “contribuye al desarrollo rural, previene el abandono de tierras, impulsa la protección de ecosistemas naturales, promueve la  biodiversidad, contribuye a mejorar la gestión de recursos hídricos, mitiga el cambio climático por medio del control de los procesos erosivos, y permite la sostenibilidad del proceso productivo a largo plazo”.
La propuesta de reforma de la PAC, publicada por la Comisión Europea en octubre de 2011, fija como objetivo a partir de 2013, “una gestión sostenible de los recursos naturales al fomentar prácticas productivas que garanticen y mejoren el suministro de bienes públicos ambientales y ayuden a paliar el cambio climático”. La propuesta está siendo debatida en al actualidad en el seno de las instituciones comunitarias y se espera que la legislación resultante entre en vigor a partir del 1 de enero de 2014.
Fuente: Universidad de Extremadura

viernes, 1 de junio de 2012

EL TOMATE PODRÍA HABER SOBREVIVIDO A LAS GRANDES EXTINCIONES GRACIAS A LAS TRIPLICACIONES DE SU GENOMA

Una investigación internacional en la que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha completado la secuenciación del genoma del tomate (Solanum lycopersicum) y la de su pariente silvestre (S. pimpinellifolium). El trabajo, en el que han trabajado más de 300 científicos de 13 países, aparece hoy en la portada de la revista Nature.
El análisis del contenido genético del tomate indica que este sufrió varias triplicaciones consecutivas hace unos 60 millones de años. Según el investigador del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas Primo Yúfera (centro mixto del CSIC y la Universidad Politécnica de Valencia) Antonio Granell, que ha dirigido la parte española del trabajo, “este hecho fue el que podría haber salvado al tomate de la última gran extinción masiva” que acabó con el 75% de las especies del planeta, entre las que se incluyen los dinosaurios.
El ADN del tomate posee unos 35.000 genes que se expresan a lo largo de unos 900 millones de pares de bases. Entre sus diferentes cadenas de adenina, guanina, citosina y timina, el tomate presenta indicios de haber sufrido varias duplicaciones.
Según Granell, las duplicaciones del genoma “son un mecanismo para generar nuevas características”. El investigador del CSIC explica: “Si a partir de una tijera quieres crear una sierra, puedes alterar la tijera para que se parezca a una sierra, pero te quedarás sin la tijera; para evitar esta pérdida, lo que la naturaleza hace es duplicar la tijera y aplicar los cambios en una de las copias de forma que no pierdas la estructura original en caso de que dicho cambio no beneficie a la especie”.
Con el paso del tiempo, el contenido genético repetido y el que se ha quedado obsoleto a causa de las nuevas funciones se remodela poco a poco. En el caso del tomate, por ejemplo, algunos genes relacionados con su textura y su color son producto de este proceso de duplicación y especialización.
Pariente silvestre próximo
El origen del tomate comercial se remonta a unas pequeñas bayas que sólo crecían en algunas regiones de América del Sur. S. pimpinellifolium es el pariente vivo más cercano a este ancestro común. La secuenciación de esta especie ha revelado que solo existe una divergencia del 0,6% entre ambos genomas, lo que quiere decir que solo hay seis cambios por cada 1.000 nucleótidos, lo que indicaría que ambas especies se separaron hace 1,3 millones de años, aproximadamente.
El hallazgo de estas diferencias, junto al mayor nivel de detalle en la genética del tomate común, permitirá mejorar su producción y cultivo. Granell considera el tomate como “un cultivo estratégico para nuestro país, por lo que la secuencia de su genoma podrá ser utilizada por la comunidad científica para entender su formación y maduración, así como para mejorar la calidad del fruto y su respuesta y adaptación frente al estrés biótico y abiótico”.
El análisis en profundidad del genoma del tomate se recoge hoy en Nature; no obstante, versiones previas de la secuencia han estado disponibles desde hace más de un año en una página web de acceso público (http://solgenomics.net). El investigador del CSIC destaca la importancia de “difundir este tipo de avances lo antes posible, sobre todo cuando se trata de investigaciones públicas, de forma que se puedan devolver los beneficios a la sociedad cuanto antes”.
Dentro de este consorcio internacional de investigadores, la participación española se centró en la secuenciación del cromosoma 9 y en la introducción de nuevas tecnologías de secuenciación. El equipo de Granell también ha contado con la colaboración de investigadores del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea La Mayora (centro mixto del CSIC y la Universidad de Málaga), el Centro Nacional de Análisis Genómico y las empresas Genome Bioinformatics y Sistemas Genómicos. Todo ello ha sido posible gracias a la ayuda del VII Programa Marco, la Fundación Genoma España, Cajamar, la Federación Española de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas, la Fundación Séneca, la Fundación Manrique de Lara, el Instituto Nacional de Bioinformática, el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias y el Instituto de Investigación Agraria y Pesquera.

Shusei Sato et al. The tomato genome sequence provides insights into fleshy fruit evolution. Nature. DOI: 10.1038/nature1119

miércoles, 23 de mayo de 2012

ESTUDIOS SOBRE EL RIEGO: BUENO HASTA LA ÚLTIMA GOTA

Científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) están asegurando que los agricultores de la región del Pacífico Noroeste se benefician de cada gota del agua de riego.
El científico del suelo Gary Lehrsch ha desarrollado directrices de riego para proteger la superficie del suelo, mantener la calidad del suelo, sostener los recursos del suelo, y mejorar la entrega del agua por medio del riego por aspersión a la zona de raíces de cultivos.
ARS es la agencia principal de investigaciones científicas del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA por sus siglas en inglés), y este estudio apoya las prioridades del USDA de responder al cambio climático global y promover la sostenibilidad agrícola.
Lehrsch trabaja en el Laboratorio del Noroeste de Investigación de Riego y Suelos, el cual pertenece al ARS en Kimberley, Idaho. En una investigación de cinco años, él y sus colegas evaluaron el efecto de la energía cinética de las gotitas de agua en la fuerza de la corteza del suelo y la estabilidad de los agregados. Ellos regaron parcelas experimentales de remolacha de azucarera utilizando sistemas de riego por aspersión que tuvieron cabezas rociadoras situadas seis pies por encima de la superficie del suelo.
Las cabezas rociadoras se modificaron para producir gotitas de agua con niveles altos o bajos de energía. El grupo midió la estabilidad de los agregados y la resistencia de la superficie del suelo a la penetración la cual es un indicador de la fuerza de la corteza del suelo aproximadamente cuatro días después del primer riego después de la plantación y 14 días después del último riego.
Lehrsch y sus colegas descubrieron que la porción de los agregados estables del suelo disminuyeron del 66 por ciento al 55 por ciento cuando había aumentos en la energía del riego del 0 por ciento (en parcelas experimentales protegidas por una red de nailon) a la tasa más baja en la investigación. También descubrieron que la tasa de surgimiento de las plántulas de la remolacha azucarera aumentó por 6,4 por ciento cuando la energía de las gotitas fue reducida por el 50 por ciento. Este aumento en el surgimiento de las plántulas podría aumentar los ingresos netos de los agricultores en la parte del sur de Idaho por casi 6,2 millones de dólares anualmente.
Los científicos concluyeron que estas restricciones deben ser utilizadas hasta que han emergido las plántulas y ellas sean establecidas. Luego las cabezas rociadoras se pueden ajustar para entregar más agua en niveles más altos de energía durante el resto de la temporada de crecimiento.
Lea más sobre esta investigación en la revista 'Agricultural Research' de mayo/junio del 2012.

jueves, 10 de mayo de 2012

UN EQUIPO DE LA ETSIAMN INVESTIGA LA INFLUENCIA DE SUELO, CLIMA Y LUZ EN LA COMPOSICIÓN QUÍMICA DE ACEITES ESENCIALES DE PLANTAS MEDITERRÁNEAS

Un equipo de investigadores del Grupo de Recursos Naturales y Biodiversidad del Instituto Agroforestal Mediterráneo (IAM), perteneciente a la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural (ETSIAMN) de la Universitat Politecnica de Valencia está estudiando la influencia de factores de carácter ecológico como suelo, clima y exposición de la luz solar en la composición química de aceites esenciales de plantas mediterráneas.
Sus estudios se han centrado en las variaciones de la composición química de aceites esenciales de distintos tipos de mentas, tomillos y artemisias, principalmente, dependiendo de la zona geográfica, del momento del día en que se recolectan, del tipo de suelo en que crecen o del momento del ciclo vegetativo en que se encuentren.
Este es un elemento fundamental para la industria cosmética y parafarmacia y la salud humana de cara al consumidor final ya que los aceites esenciales pueden contener o no sustancias tóxicas o dañinas dependiendo de estos factores.
Algunos ejemplos son particularmente ilustrativos en este sentido. Así, del romero es posible extraer varios aceites esenciales diferentes según su origen. Si la planta procede de Marruecos o Túnez se caracteriza por la presencia de eucaliptol, cuyo poder expectorante es muy alto. En el de la Península Ibérica y sur de Francia, predomina el alcanfor que se caracteriza por ser relajante muscular y neurotóxico. En Córcega, sin embargo existe un quimiotipo de romero caracterizado por la presencia de verbenona, un estimulante hepático.
En el caso del aceite de salvia, según la norma ISO 9909, esta sustancia solo puede contener un 8,5% de beta tuyona, una sustancia neurotóxica presente en un licor llamado absenta que se utilizaba a finales del siglo XIX y principios del XX.
Uno de los estudios realizados por este grupo de investigadores ha estado dedicado a monitorizar la composición de este aceite esencial procedente de una explotación del interior de la Comunidad Valenciana. Sus resultados han garantizado que el contenido de beta-tuyona no rebasa los límites permitidos en ningún momento del ciclo vegetativo.
Resulta significativo que la planta caracterizada por la presencia del citado componente neurotóxico, el ajenjo o Artemisa absinthium L, posea un quimiotipo o “raza química”, muy característico de la zona oriental de la Península Ibérica, donde dicho principio –beta-tuyona- no se haya presente, pudiéndose así utilizar sin las consecuencias nocivas que llevaron, hace ya décadas, a la prohibición de la absenta.

Estudio con mentas
Otra de las líneas de investigación del Grupo de Recursos Naturales y Biodiversidad del Instituto Agroforestal Mediterráneo (IAM) con varias especies de menta ha determinado la importancia de los ritmos de la luz, del día y de la noche. De hecho, una de las variedades de esta planta –la menta piperita- cuando crece en condiciones en las que existe una elevada intensidad de luz, temperaturas bajas y días largos y templados produce un aceite esencial rico en mentona, lo que le confiere una elevada calidad.
Sin embargo, una baja intensidad de luz, temperaturas nocturnas altas, días cortos y una elevada variabilidad en la temperatura diurna da lugar a una elevada proporción de mentofurano, sustancia que hace disminuir su calidad.
  
Para el profesor de la ETSIAMN y miembro del Instituto Agroforestal Mediterráneo, Juan Antonio Llorens, “el estudio de la influencia de factores ecológicos en el metabolismo secundario de las plantas es una línea de investigación de notable interés, tanto desde el punto de vista quimiotaxonómico como de sus posibles nuevas aplicaciones, aspecto de indudable impacto económico para las empresas e industrias que trabajan en este terreno”.

miércoles, 2 de mayo de 2012

LOS HUMEDALES DEGRADADOS TARDAN 30 AÑOS EN RESTAURARSE

Los humedales son unos de los ecosistemas más productivos que existen en el planeta, no obstante, la acción humana destruyó aproximadamente la mitad de su extensión mundial a lo largo del siglo XX. Una investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) revela que estas formaciones degradadas tardan una media mínima de 30 años en recuperar su estructura y funcionamiento. Los humedales de nueva creación requieren, aproximadamente, el mismo periodo de tiempo hasta llegar a ser autosuficientes.
“Cada indicador de recuperación evoluciona de forma distinta. Se recuperan antes los flujos de agua que la comunidad biológica y esta antes que los ciclos biogeoquímicos pero las condiciones mínimas de viabilidad se alcanzan cuando se estructura la comunidad biológica vegetal, lo que suele tardar unos 30 años”, explica el investigador del Instituto Pirenaico de Ecología del CSIC Francisco Comín, que ha participado en el trabajo.
La investigación, publicada en la revista PLoS Biology, se basa en el análisis de los datos disponibles de la biología, la hidrología y la bioquímica de 621 humedales (entre los que se incluyen turberas, manglares, llanuras de inundación, saladares y lagunas) del mundo, tanto restaurados como de nueva creación; y la comparación con otros 556 humedales de referencia. En muchos casos, la información existente se remonta a más de 100 años.
Comín explica: “Es imposible recuperar el 100% de las características de un humedal ya que la naturaleza no pasa dos veces por el mismo estado, pero sí puede alcanzarse una reparación exitosa con características que, aunque no sean iguales que las iniciales, sí cumplen la misma función”.
Entre los hallazgos relevantes del artículo, el equipo ha descubierto que los humedales mayor tamaño (con una extensión superior a un kilómetro cuadrado) se recuperaron antes que los más pequeños. Del mismo modo, aquellos situados en climas cálidos y tropicales también experimentaron una restauración más rápida que los de ambientes fríos, cuyas características de referencia no se alcanzan antes de los 50 años.
Por su parte, las masas de agua conectadas a otros regímenes hidrológicos mayores recobraron sus niveles biológicos y bioquímicos originales después de 20 años y 30 años respectivamente. Por el contrario, los humedales aislados no han logrado alcanzar el nivel de origen en estas variables después de 50 años. Por ello, Comín recomienda “investigar nuevas estrategias y técnicas de restauración que aceleren la recuperación de las funciones y servicios de los humedales”.

Restauración insuficiente
Dada la enorme pérdida de humedales que ha sufrido el planeta y los servicios que aportan estos ecosistemas, es fundamental aplicar técnicas adecuadas de creación y recuperación de este tipo de espacios. El investigador del CSIC denuncia que “los planes de restauración actuales no suelen contar con una base científica”. Comín
explica: “Normalmente, se ejecuta una obra sencilla, como una revegetación o una reconexión hídrica, pero no se asegura la funcionalidad de estas medidas a largo plazo”.
En diciembre de 2000, España traspuso la Directiva Marco de Agua (DMA), una norma europea que obliga a que todas las masas de agua del territorio se encuentren en buen estado de conservación para 2015. Comín, además, propone la creación de un Plan Nacional de Recuperación de Humedales asociado a una estrategia de desarrollo sostenible del medio rural. Según el investigador del CSIC, “aparte de los servicios ambientales que cumplen estos ecosistemas como la fijación de carbono y la regulación de los ciclos de agua; también aportan importantes valores productivos, recreativos y culturales”.
Este trabajo ha sido dirigido por las Universidades de California en Berkeley y la de Stanford (ambas en EEUU) y ha contado con la colaboración del Museo Nacional de Historia Natural de París (Francia).

David MorenoMateos, Mary E. Power, Francisco A. Comín and Roxana Yockteng. Structural and Functional Loss in Restored Wetland Ecosystems. PLoS Biology. DOI: 10.1371/journal.pbio.1001247