El
Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA), en Paterna
(Valencia), ha celebrado este lunes su 50º aniversario convertido en un
referente internacional en ciencia y tecnología de alimentos. Sus estudios
abarcan toda la cadena alimentaria, desde la microbiota intestinal hasta la
conservación de los alimentos. Este centro del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) ha acogido un acto oficial que ha contado
con la presencia del vicepresidente de Organización y Relaciones
Institucionales del CSIC, José Ramón Urquijo, el delegado del CSIC en la Comunidad Valenciana ,
José Pío Beltrán, y la directora del centro, Cristina Molina Rosell, entre
otras personalidades.
En el IATA se trabaja con el
objetivo de mejorar la nutrición y la salud, aunque sin olvidar el placer de
saborear los alimentos. Algunos de sus desarrollos más destacados son la
elaboración de jamones con menos grasa, panes con más fibra y menos calorías,
levaduras que mejoran el sabor y el aroma del vino, y zumos refrigerados con un
sabor como el de los zumos recién exprimidos, entre otros. También han
identificado una bacteria que mejora la calidad de vida de los celíacos al
regular las alteraciones de la flora intestinal.
“En estos 50 años de historia, el IATA se ha convertido
en un centro pionero de referencia nacional e internacional en ciencia y
tecnología de alimentos, y ha realizado una trasferencia efectiva de los
resultados al sector industrial”, señala Molina Rosell. “Asimismo, la formación
de técnicos, doctores y postdoctorales en agroquímica y ciencia de alimentos ha
proporcionado miles de profesionales que ocupan puestos directivos, académicos
y técnicos en universidades y en empresas de ámbito autonómico, nacional e
internacional”, añade.
La investigación del IATA abarca todas las etapas de la
cadena alimentaria, desde el funcionamiento de la población microbiana
intestinal hasta la conservación de los alimentos. Sus grandes líneas de
investigación son la ciencia de alimentos, la seguridad y calidad alimentarias,
y la biotecnología. “La actividad investigadora del IATA prosigue en la
innovación en productos derivados de cereales, carnes y productos cárnicos,
post-recolección de cítricos, estudios de percepción sensorial con
consumidores, modelización de procesos de conservación de alimentos, envases
inteligentes y control de riesgos bióticos y abióticos”, detalla la directora.
“A ello se une una intensa actividad en el ámbito de la biotecnología de
alimentos, en el sector enológico, así como en el ámbito de las bacterias
lácticas, su papel en el procesado de alimentos y su influencia en procesos
metabólicos”.
El IATA se inauguró oficialmente en 1966 aunque sus
investigaciones se iniciaron casi una década antes, en 1957, en del
departamento de Química Vegetal del desaparecido Instituto de Química Alonso
Barba, en el seno de la
Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad de
Valencia. La investigación del centro nació vinculada a los productos de la Comunidad Valenciana ,
como los cítricos y el arroz, pero con los años se ha ido diversificando y ha
ido asumiendo nuevos retos, como por ejemplo el desarrollo de carnes más
saludables, con el citado jamón bajo en grasa, el estudio de las propiedades
benéficas para la salud de las bacterias lácteas y el tratamiento de cereales
para alimentos multifibra.
“Asimismo, las investigaciones en agronomía, medio
ambiente y recursos naturales han generado el Instituto de Biología Molecular y
Celular de Plantas y el Centro de Investigaciones sobre Desertificación”,
indica la directora.
Estos son algunos de los desafíos
del IATA, un centro que se consolida como referente internacional en la
investigación sobre la nutrición, la seguridad alimentaria y la salud.
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