El Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, NEIKER-Tecnalia, ha inaugurado hoy en sus instalaciones de Derio un invernadero geotérmico que aprovecha el calor del subsuelo para conseguir la temperatura idónea en su interior. Este novedoso sistema consigue climatizar la instalación de una forma respetuosa con el medio ambiente, ya que no contamina y reduce en más de un 60% la necesidad de otros combustibles. El proyecto ha supuesto una inversión de 200.000 euros y ha sido inaugurado por el viceconsejero de Pesca e Industrias Alimentarias del Gobierno Vasco, Jon Azkue, y la directora general de NEIKER-Tecnalia, Amaia Luquin.
La energía geotérmica, en su sentido más amplio, es el calor interno de la corteza terrestre. Aprovechar este calor como fuente de energía es una de las opciones más sostenibles desde el punto de vista medioambiental y económico. Los investigadores de NEIKER-Tecnalia han desarrollado un sistema que consiste, básicamente, en la instalación de un entramado de tubos, de unos 40 metros de longitud, a metro y medio de profundidad. Desde el exterior se bombea aire hacia los tubos para que circule a lo largo de todo el recorrido. Dado que la temperatura de la tierra es de unos 15º C, el aire se calienta y se expande a esa temperatura en el interior del invernadero manteniendo una temperatura más uniforme y reduciendo los saltos térmicos que generan mayor consumo energético. En las épocas de calor el efecto es el contrario, ya que la temperatura exterior puede ser muy elevada y, al pasar el aire por los tubos subterráneos, se consigue que el aire se refrigere y sea expulsado a unos 15º C.
Se trata de un sistema no contaminante y económico que solamente requiere la inversión de la infraestructura. Su único gasto energético es el necesario para alimentar la bomba eléctrica de aire que propicia su circulación por los tubos enterrados. La climatización del invernadero inaugurado hoy se complementa con unos 80 m2 paneles fotovoltaicos de última generación y una caldera de biomasa. Dentro de la instalación se cultivan pimientos y tomates.
La temperatura óptima de un invernadero es de unos 25º C en verano, cuando el aire exterior se encuentra entre 30 y 35º C, y de unos 21º C en invierno, cuando el ambiente externo se halla por debajo de los 10º C.
La tierra almacena el calor de los rayos del sol y se mantiene a una temperatura prácticamente constante durante todas las estaciones del año, lo que hace que la sensación sea de calor en inverno y de frescor en verano. En la península ibérica, a una profundidad superior a cinco metros, la temperatura del suelo es de alrededor de 15 grados, independientemente de las condiciones meteorológicas. Entre los 15 y 20 metros , el calor de la tierra aumenta hasta los 17º C aproximadamente.
Uno de los mayores problemas de la producción agrícola intensiva es la producción de calor para el funcionamiento de los invernaderos. El alto coste de los combustibles fósiles ha hecho que, en los últimos años, la producción no sea rentable y se busquen otros sistemas de energías alternativas y respetuosas con el medio ambiente. Lograr nuevas formas de climatizar los invernaderos es una de las líneas de investigación del centro tecnológico NEIKER-Tecnalia, cuya finalidad última es transferir estas nuevas tecnologías a los agricultores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario