martes, 18 de diciembre de 2012

PRODUCTORES DE ALMERÍA Y GRANADA GANAN LAS TRES CATEGORÍAS DEL PREMIO AL TOMATE DEL AÑO 2012

Almería y Granada han copado los premios al Tomate del Año 2012, concurso impulsado por Semillas Fitó en su apuesta por recuperar el sabor del tomate. Entre los 15 tomates finalistas, procedentes de Almería, Granada, Levante y Catalunya, se eligieron en una cata ciega los ganadores: en cherry-cocktail ganó Eurocastell SAT, en pintones-especialidades la empresa Agromazorque 21 S.L. y en rojo-liso Unica Group SCA.
El pasado viernes 14 de diciembre, el Centro de Biotecnología de Semillas Fitó en Cabrera de Mar, Barcelona, acogió la cata final para elegir el ganador del premio al Tomate del Año 2012.
Un jurado profesional dirigido por Gemma Echeverría, especialista en análisis sensorial y estudios de consumidores de frutas y hortalizas del IRTA, y formado además por Lluis Bosch, profesor honorario de la UPC y vocal de la Fundación Miquel Agustí, Lorenzo Carrasco, presidente ejecutivo del Grupo LC, y Joan Ras, presidente del la Academia Catalana de Gastronomía, eligieron los ganadores de las tres categorías a concurso.
La cata se realizó sin conocer ni la variedad ni el productor de cada una de las 15 muestras de tomate finalistas, seleccionadas entre las 52 presentadas a concurso por algunos de los más destacados productores de tomate a nivel nacional. En este sentido, hay que destacar que quedaron finalistas empresas como Hortalises Pi, de Barcelona, con cuatro tomates en la final; productores líderes en Almería como Casi y Caparrós; o el productor Sebastian Picón, de Murcia.
En la categoría Cherry-cocktail (<35mm) ganó Eurocastell SAT, de Castell de Ferro (Granada), con la variedad Angelle, desarrollada por la empresa Syngenta. Para Emilio Maldonado, director de Calidad de Eurocastell, “este premio nos reafirma en nuestra línea de mejora la calidad de los tomates a través del sabor. Llevamos años trabajando en este tema, ya que los consumidores ya no solo buscan una forma, un color y un tamaño adecuados, sino que quieren un buen sabor y que se mantenga a lo largo del tiempo”. Es importante destacar que, como nos dice el señor Maldonado, “el sabor no solo depende de una buena variedad, sino también de una producción adecuada (abonado, prácticas culturales, etc.) y de una recolección en el momento justo de maduración”. Por último, nos comenta que Angelle, que comercializan bajo su marca estrella La Caña Gold, “está triunfando en los supermercados de Escandinavia y Reino Unido gracias a la mezcla perfecta entre una baja acidez  y un  alto nivel de grados brix”.
En la Categoría Pintones-Especialidades se hizo con el premio la empresa Agromazorque 21 con su tomate marca Iberiko de la variedad Moresco, de Eugen Seeds Srl. Según José Antonio Ramón Garrido, director gerente de Agromazorque 21, este premio “es una oportunidad para dar a conocer y vender mejor nuestro tomate Iberiko, de la gama Delicias 21, con el valor añadido de que hemos competido con productores muy fuertes de Almería y el resto de España”. Para el responsable de Agromazorque 21 “Iberiko es un tomate único, de una calidad excepcional, tipo marmande oscuro, de producción limitada, larga vida, dulce, con altos grados brix y que el consumidor que lo prueba, repite”. La apuesta de la empresa por Iberiko es clara: han pasado de 100 plantas a 45.000 en una sola campaña.
Por último, en la categoría de tomate Rojo-Liso ganó Unica Group con un tomate de su gama Sabor (en este caso, Ramo Sabor) con la marca Tomazur, que corresponde a esta variedad de la compañía Enza Zaden. Para José Martínez Portero, presidente de Única Group, “el concurso de El Tomate del Año es una iniciativa muy acertada ya que los consumidores exigen cada día más y hay que trabajar en esta línea de calidad y sabor, diferenciándonos a través de marcas exclusivas”. Para el presidente de Unica “con Tomazur hacemos una línea de tomates con volúmenes no muy grandes, para no saturar el mercado, distribuido sólo a supermercados y donde prima la calidad, desde el envase especial, pasando por la presentación de este tomate ramo de rojo intenso y calibre pequeño y con un sabor excelente, que gusta al consumidor”.
El premio al Tomate del Año se encuadra en la labor que está desarrollando Semillas Fitó para recuperar el sabor de los tomates que llegan a nuestros mercados, como demandan desde hace tiempo los consumidores.
Para Jordi Ballester, director de Servicios Corporativos y Desarrollo de Negocio de Semillas Fitó, “es un reto para las casas de semillas recuperar el sabor de los tomates, pero es una responsabilidad de toda la cadena ya que no solo hay que mejorar las variedades para que sean más productivas, resistentes y tengan mejor sabor, sino que hay que producirlas correctamente y hacer que lleguen al consumidor en las mejores condiciones”. Según Jordi Ballester “el Tomate del Año, que ya va por su segunda edición, es una de las iniciativas que Semillas Fitó está desarrollando en la línea de mejorar el sabor y la calidad organolépticas de nuestros tomates, que se une al Panel de Cata de Tomates que hemos desarrollado con el IRTA y que nos sirve ya para llevar los gustos de los consumidores a todas nuestras actuales líneas de mejora varietal”.
Finalmente, Xavier Fitó, director de la División Hortícola de Semillas Fitó, recordó que el premio al Tomate del Año permite llevar a los tomates ganadores este reconocimiento en sus envases, “con lo que potenciamos que la mejora varietal se traduzca en calidad para los productores y se genere valor en toda la cadena agroalimentaria, beneficiando además al consumidor final”.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

TECNOLOGÍAS ÓPTICAS Y BIOQUÍMICAS PARA MEJORAR LOS SISTEMAS DE CALIDAD EN EL SECTOR AGROALIMENTARIO

Los últimos avances tecnológicos y de los sistemas de información están motivando importantes cambios en la industria, especialmente en la agroalimentaria y afines (cosmética, química y farmacia). En la actualidad, los procesos de transformación y manipulación se hacen de manera automática y a gran velocidad, con numerosos y exigentes controles de calidad y seguridad. La sociedad, además, demanda productos más duraderos, seguros y de mayor calidad, pero también a menor coste, lo que provoca que las empresas solo puedan seguir compitiendo siendo más eficientes.

Dentro de esta necesidad de la industria de elaborar productos con menores costes y mayores niveles de calidad y seguridad, las tecnologías ópticas y bioquímicas son una gran oportunidad a la hora de automatizar las tareas de inspección y control a alta velocidad.

Las tecnologías ópticas destacan por su rapidez, su inocuidad al interactuar con los alimentos y su bajo coste en comparación con otras, que permiten tener controlada toda la producción de forma automatizada.

La potencialidad de estas en el campo de la alimentación es enorme, ya que permite automatizar el control de procesos en función de las propiedades físicas y químicas de los productos, clasificar los productos en función de sus propiedades nutricionales, o detectar materias extrañas de composición diferente a la de los ingredientes de la receta que se esté elaborando, etc.
En esta línea de trabajo, los centros tecnológicos AINIA y AIDO están desarrollando en cooperación, el proyecto OPTIFOOD-ORGANIC, financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y el IMPIVA, con el objetivo de investigar la aplicación de la visión espectral, los sensores ópticos y los biosensores para mejorar la inspección y el control de calidad en procesos industriales. Este proyecto combina la experiencia de AIDO en visión artificial, análisis de imagen y dispositivos ópticos con la amplia trayectoria en espectroscopia y sensores bioquímicos aplicada al control de alimentos de AINIA.

El objetivo del proyecto OPTIFOOD-ORGANIC es, por tanto, identificar aplicaciones  de esta tecnología a escala industrial, motivo por el cual se van a investigar y a desarrollar sistemas de inspección de visión espectral a escala macro para mejorar el control de procesos alimentarios, así como dispositivos ópticos capaces de detectar residuos o contaminantes a escala micro. Posteriormente, se realizarán ensayos con los sistemas desarrollados con muestras reales de los casos seleccionados.

Mediante las tecnologías investigadas y desarrolladas se plantea realizar ensayos piloto dirigidos a resolver casos de interés industrial que no hayan podido ser resueltos con otras tecnologías más maduras. AINIA y AIDO buscan con este proyecto, que se plantea con una duración de dos años, además, que los resultados y avances obtenidos como consecuencia de los trabajos de investigación realizados sean transferidos a empresas valencianas para que sea más innovadoras gracias a nuevas tecnologías y procesos que las hagan más eficientes y competitivas.

jueves, 22 de noviembre de 2012

LOS CULTIVOS CUBIERTA POSIBILITAN UNA AGRICULTURA MÁS SOSTENIBLE

Un trabajo de investigadores del grupo de Sistemas Agrarios (AgSystems) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) en colaboración con el de Calidad de Suelos y Aplicaciones Medioambientales ha concluido que la utilización de cultivos cubierta durante los períodos intercultivo reduce la cantidad de nutrientes libres en el suelo fijándolos a su biomasa. Así, este tipo de cultivos se presentan como una alternativa muy interesante al barbecho, ya que su uso disminuiría la contaminación de los acuíferos.
El barbecho es una práctica agrícola común en condiciones semiáridas como la española, y que consiste en mantener el suelo libre de vegetación durante el periodo variable que queda entre la cosecha del último cultivo y la siembra del siguiente. Esto permite una mayor acumulación de agua y nutrientes en el suelo, que en principio serán aprovechados por el cultivo siguiente. Sin embargo, esta acumulación de agua y nutrientes incrementa el riesgo de que se produzcan eventos importantes de lavado de sales, productos fitosanitarios e incluso nutrientes (con la contaminación de acuíferos que conlleva), y más si estos periodos de barbecho y acumulación coinciden con los periodos de lluvia más intensa o prolongada.
Una de las alternativas más interesantes para reducir estos riesgos es la introducción de cultivos cubierta o captura. Estos cultivos secundarios no pretenden dar lugar a una producción de frutos o granos como tal, sino reducir la cantidad de nutrientes libres en el suelo (fijándolos en su biomasa) durante los periodos intercultivo, reduciendo así su riesgo de lavado.
Una alternativa al barbecho
Para analizar la eficiencia de estos cultivos cubierta, así como los posibles efectos negativos sobre el cultivo principal (en este caso el maíz),  los investigadores de la UPM desarrollaron diversos ensayos con distintos tipos de cultivos cubierta durante seis años consecutivos en la finca “La Chimenea” del IMIDRA así como en los Campos de Prácticas de la ETS de Ingenieros Agrónomos. Estos ensayos contaron con una monitorización continua tanto del desarrollo y cobertura de los cultivos como de la humedad del suelo a varias profundidades para cada uno de los tratamientos.
Los cultivos cubierta son realmente eficientes en el control del lavado de nitratos
Como resultado de estos ensayos se concluyó que estos cultivos son realmente eficientes en el control del lavado de nitratos, principalmente las especies de la familia de las gramíneas, y aunque ninguna especie presentó reducción del rendimiento del maíz siguiente, las especies de leguminosas presentaron un efecto más beneficioso en cuanto a producción que el resto.
Otro de los aspectos que se estudiaron fue el riesgo de un incremento en la salinidad del suelo que pudiese afectar a la producción del maíz al reducir el lavado. En este sentido, se ha observado que aunque efectivamente hay una reducción en la cantidad de sales que se pierden por lavado, el balance total de sales continúa siendo negativo en el sistema pese a introducir cultivos cubierta y no se observó ningún incremento en el suelo en ninguno de sus horizontes, incluso reduciéndose en las capas superficiales, mejorando así las condiciones para la siembra y germinación del maíz. El trabajo ha sido financiado por el Plan Nacional de investigación y la Comisión Europea.

Referencia bibliográfica:
Gabriel, J.L., Muñoz-Carpena, R., Quemada, M., 2012. The role of cover crops in irrigated systems: water balance, nitrate leaching and soil mineral nitrogen accumulation. Agric. Ecosyst. Environ. 155, 50–61.

Gabriel, J.L., Almendros, P., Hontoria, C., Quemada, M., 2012. The role of cover crops in irrigated systems: Soil salinity and salt leaching. Agric. Ecosyst. Environ. 158, 200–207.

Gabriel, J.L., M. Quemada. 2011. Replacing bare fallow with cover crops in a maize cropping system: Yield, N uptake and fertiliser fate. European Journal of Agronomy 34(3): 133-143.

viernes, 16 de noviembre de 2012

INVESTIGAN PROPIEDADES DEL ÁRBOL DE GÜITITE CONTRA EL CÁNCER

El Centro de Investigaciones en Productos Naturales (CIPRONA) de la Universidad de Costa Rica (UCR), perfecciona la tecnología para reproducir in vitro el árbol de güitite (Acnistus arborescens), del cual se extrae un principio activo que puede ayudar a combatir el cáncer. Según explicó la investigadora y directora de ese Centro Rosaura Romero Chacón, en varios países se están realizando experimentos para demostrar en qué medida los componentes activos extraídos del güitite son efectivos para inhibir las células cancerosas.
El CIPRONA se está preparando tanto para suministrar el güitite como materia prima necesaria en la fases avanzadas de las investigaciones clínicas y para abastecer el mercado si se llega a producir un preparado anticancerígeno a partir de ese árbol.
 Actualmente las investigadoras están experimentando forma de aislar el compuesto activo del güitite y ofrecerlo a un eventual mercado farmacéutico.
En un estudio realizado por la Universidad Estadual de Campinas (UNICAMP), Brasil y la Universidad de Illinois en Chicago, Estados Unidos de América (EEUU), se experimenta con güitite procedente de nuestro país, por lo que, en caso de demostrarse su efectividad, se requeriría güitite costarricense para extraer el compuesto activo.
Romero es especialista en biotecnología vegetal y posee amplia experiencia en reproducir el material biológico en el laboratorio del CIPRONA).
 La experta dijo que actualmente buscan la forma de producir en buena cantidad los compuestos derivados del güitite para que sirvan de materia prima para terminar los ensayos.
Explicó que la misma especie de árbol produce mayor o menor cantidad del compuesto activo dependiendo de la zona donde crece. “Por esa variabilidad, lo que queremos analizar es si bajo las condiciones de laboratorio podemos producir más componente activo del que puede producir la especie”.
La investigadora dijo que nadie le ha solicitado formalmente al CIPRONA que le suministre el güitite in vitro o el compuesto activo, pero la literatura científica informa que en EEUU se está experimentando en fases avanzadas con este árbol y ese país no lo produce, por lo que Costa Rica sería una opción.
Si al final “los compuestos obtenidos del güitite pasan todas las fases de la experimentación clínica, se van a requerir grandes cantidades del compuesto”, agregó la especialista.
FUENTE: UCR/DICYT 

lunes, 12 de noviembre de 2012

INVESTIGAN LOS EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LA PRODUCCIÓN DE SETAS

“El primer objetivo es conocer la influencia del cambio climático en la fenología, producción y diversidad de especies fúngicas así como estudiar posibles relaciones entre el crecimiento de los árboles (Pinus sylvestris) y dicha producción fúngica”, explica el director científico del Programa de Micología Forestal y Truficultura de Castilla y León, Fernando Martínez Peña, que lidera estos estudios junto a los investigadores suizos Simon Egli y Ulf Büntchen. “El segundo objetivo es proponer adaptaciones de la gestión forestal al nuevo contexto provocado por el cambio climático”, añade.
Para el estudio dendroclimatológico de las masas de Pinus sylvestris se obtuvieron 800 muestras de los troncos de los árboles mediante un instrumento denominado barrena de Pressler en 18 parcelas de investigación ubicadas en el monte de Pinar Grande (Soria). En cuanto a los datos de producción y diversidad fúngica se utilizaron los 43.000 registros procedentes de las bases de datos de la Red de Parcelas Micosylvodemostrativas de la Junta de Castilla y León, inventariados después de 17 años de muestreos semanales.
Las muestras de Pinus sylvestris obtenidas se han analizado en el Instituto Federal de Investigación Forestal de Zurich por el equipo de Ulf Büntchen. En cuanto al análisis estadístico de los miles de registros procedentes de las bases de datos de producción micológica, se está realizando conjuntamente en dicho centro Suizo por Simon Egli y Fernando Martínez Peña en Cesefor.
El origen de la investigación se remonta a 1995, cuando la Junta de Castilla y León inició un trabajo en Pinar Grande consistente en el estudio de la producción y diversidad de setas en los bosques de Pinus sylvestris. “Para ello se estableció una red de 18 parcelas permanentes de muestreo situadas en masas de seis clases de edad diferentes que se han inventariado semanalmente hasta la actualidad”, comenta el experto.
"Se estableció una red de 18 parcelas permanentes de muestreo situadas en masas de seis clases de edad diferentes"
 Referencia mundial
Este trabajo permitió la presentación de dos tesis doctorales y seis publicaciones científicas de impacto internacional. Además, en 2009, esta red de parcelas se integró con el compromiso de perdurabilidad en la red Europea de Áreas Micosylvodemostrativas, constituyendo en la actualidad el segundo lugar del mundo con mayor número de series continuas de registros para el estudio de la influencia del cambio climático en la producción y diversidad de setas.
El estudio de los registros consiste en el análisis de distintos parámetros, como el número y el peso de ejemplares de macromicetes epigeos registrados en las parcelas de investigación, considerando tanto los hongos micorrícicos (los que viven en simbiosis formado ectomicorrizas con Pinus sylvestris), como los hongos saprobios (lo que degradan la materia orgánica muerta), así como analizando con detalle especies de interés comercial como Boletus edulis o Lactarius deliciosus. Igualmente, “se estudia la fenología de la fructificación de las diferentes especies o grupos de especies”, indica el experto.
Paralelamente, las muestras procedentes de los troncos de los árboles se estudian dendrocronológicamente , es decir, se estudia su edad, y se miden los crecimientos de los anillos de los árboles registrados en los últimos 150-170 años. Posteriormente, “se relacionan con variables climáticas con el fin de estudiar la dinámica interanual del crecimiento de los árboles y tratar de anticipar posibles pérdidas de crecimiento provocadas por el calentamiento global”, apunta Martínez Peña.
Finalmente, los científicos buscan relaciones entre el crecimiento de los árboles y la producción de setas “con el fin de construir modelos y poder anticipar las herramientas de gestión más adecuadas para minimizar las pérdidas de producción y diversidad”.
En este sentido, todo apunta a posibles cambios significativos. Recientes estudios han constatado que en el centro y Norte de Europa, donde la humedad es abundante, las campañas de fructificación de las setas se están dilatando en el tiempo (comienzan antes y terminan más tarde), lo que puede ser debido al aumento de temperaturas provocado por el cambio global. Este aumento en el periodo de fructificación afecta particularmente a los hongos saprobios (champiñones, seta de cardo, parasoles) y en menor medida a los hongos micorrícicos (boletus, níscalos, amanitas) ya que viven en simbiosis asociados a árboles y arbustos y tienen ciclos vitales más complicados.
Los resultados permitirán adaptar los actuales tratamientos selvícolas y culturales para minimizar posibles pérdidas de producción y diversidad de setas.
 La humedad es clave
“En nuestra región, el factor limitante que condiciona el inicio y bondad de la campaña de setas es sobre todo la humedad y, según los datos recogidos en la red de parcelas, percibimos una tendencia a retrasarse el inicio de la fructificación de setas, lo que puede ser especialmente grave para algunos hongos micorrícicos, ya que cuando llegan a darse las condiciones de humedad necesarias ya es demasiado tarde para su ciclo vital o la temperatura es muy baja y limita su fructificación”, señala el investigador.
En cualquier caso, “en el contexto de nuestro estudio, todavía es pronto para extraer conclusiones definitivas, pero sí se anticipan tendencias negativas en las producciones y diversidad cuyas consecuencias se están evaluando”, agrega.
Los resultados de esta investigación permitirán adaptar los actuales tratamientos selvícolas y culturales (densidades, cortas, elección de especies, etc.) de la forma más adecuada para minimizar posibles pérdidas de producción y diversidad de setas, según los científicos.
Además, “cada vez se hace más necesario el control del aprovechamiento micológico de las especies comestibles de interés comercial”. Algunos hongos micorrícicos como Boletus edulis, “podrían verse afectados negativamente como consecuencia del retraso de las campañas de fructificación, de ahí la importancia de una regulación de la recolección que controle, cantidades, tamaños y presión recolectora en los montes”.
Fuente: DiCYT

martes, 6 de noviembre de 2012

LAS LOMBRICES DE TIERRA DETECTAN EL DETERIORO DEL SUELO

Comunidades de lombrices, pequeños insectos y arañas son protagonistas a la hora de analizar el deterioro del suelo de la provincia de Buenos Aires utilizado para la producción agropecuaria. El desarrollo de indicadores biológicos a partir del empleo de las comunidades de la fauna del suelo constituye la línea de estudio en la que trabaja un grupo de investigadores docentes del Instituto de Ciencias de la Universidad Nacional de General Sarmiento dirigido por el biólogo Fernando Momo, en colaboración con el equipo del Programa de Investigación en Ecología Terrestre de la Universidad Nacional de Luján.

En publicaciones recientes, el grupo de investigación demostró que la presencia y abundancia de las especies de lombrices de tierra pueden utilizarse para determinar el grado de deterioro físico de los suelos. “Pudimos demostrar cómo cambian las comunidades de invertebrados del suelo según la cantidad de agroquímicos que se utiliza o el tipo de manejo que se emplea, si es agrícola, ganadero o un ambiente naturalizado”, afirma el biólogo a Argentina Investiga.

Los problemas derivados de la sobreexplotación y el uso intensivo de agroquímicos en la producción agropecuaria constituyen uno de los puntos claves del modelo argentino de producción agropecuaria. En este sentido, las herramientas de evaluación y diagnóstico que ofrece la investigación básica son esenciales para conocer con precisión el grado de deterioro de la estructura física y la composición química del suelo, y para tomar decisiones respecto de su protección o la regulación de su uso.

El desarrollo de indicadores biológicos

“Las diferentes especies de lombrices -cuenta Momo- se califican de acuerdo a su grado de tolerancia a las condiciones del suelo como, por ejemplo, su compactación, su densidad aparente o la falta de porosidad, que deriva en una menor capacidad de infiltración del agua y mayor grado de anegamiento durante las lluvias. A partir de esas tolerancias es posible identificar grupos de lombrices que funcionan como indicadores de suelos fértiles y bien drenados, de suelos intermedios o de suelos pobres, muy compactados y anegadizos”.

Complementariamente a esta línea de investigación, el equipo desarrolla técnicas para detectar cambios en la variabilidad genética de algunas especies de lombrices. “Además de los indicadores ecológicos -cambios en la estructura de la comunidad, la cantidad de especies y la abundancia, por ejemplo-, actualmente estudiamos también indicadores genéticos, es decir, cómo cambia la variabilidad genética de algunas poblaciones de lombrices. Estos cambios se asocian a los efectos tóxicos acumulativos de los agroquímicos y permitirán estimar la capacidad biológica de recuperación de los suelos examinados”, explica el director de la investigación.

En el mismo sentido, el grupo comenzó a trabajar con otros componentes de la fauna del suelo, principalmente microartrópodos, pequeños insectos y arañas, de no más de un milímetro, que viven entre las partículas del suelo.

Estudiar este tipo de cambios en las comunidades permite desarrollar indicadores biológicos de deterioro. Los organismos detectan los cambios del suelo con mayor sensibilidad que los análisis físicos y químicos y, además, integran en el tiempo los cambios y permiten ver un resultado de la historia de uso del suelo. “Los bioindicadores son muy útiles para detectar niveles de alarma para las acciones de regulación y protección del ambiente”, sintetiza el científico.

El deterioro de los suelos por la acción contaminante del uso de agroquímicos es una cuestión central, ya que la productividad de los primeros es fundamental en un mundo donde la problemática de la producción de alimentos se torna acuciante. En este contexto los indicadores biológicos, como las poblaciones de lombrices, y de pequeños artrópodos, como insectos y arañas, constituyen una herramienta muy importante para medir el impacto de la contaminación y el deterioro de los suelos que llega a producir cambios en la variabilidad genética de dichas poblaciones a causa de los efectos tóxicos de los agroquímicos.
Fuente: INFOUNIVERSIDADES/DICYT

martes, 23 de octubre de 2012

INVESTIGADORES DE LA UCR DESCUBREN UNA PLANTA SILVESTRE QUE PODRÍA SER CLAVE PARA TRATAR HERPES LABIAL

Científicos de la Universidad de Costa Rica (UCR) descubrieron que una planta silvestre, la cual crece en Costa Rica a la orilla de los caminos, contiene una sustancia altamente efectiva para combatir el virus del herpes labial. El extracto podría ser el componente de una pomada, ungüento o gel contra el herpes. Este tendría la ventaja de ser natural y mucho más efectivo que los existentes en el mercado farmacéutico ya que lo combate a nivel molecular.
Los investigadores del Centro de Investigaciones en Productos Naturales (CIPRONA) ya han realizado avances para aislar e identificar el producto activo extraído de la planta.
Ahora enfrentan dos retos. Uno es crear las concentraciones necesarias del elemento activo. El otro es la reproducción de la planta, en cantidades suficientes para garantizar el abastecimiento de materia prima que permitiría producir comercialmente el producto farmacéutico.
Este segundo desafío se ha dificultado porque las cuadrillas de limpieza de la Municipalidad de Santa Ana cortaron, sin saberlo, los matorrales con las plantas que habían resultado más efectivas y de donde los científicos obtenían los ejemplares para experimentación.
Los investigadores deberán ahora reproducir in vitro los que quedan en el laboratorio del CIPRONA para continuar el trabajo.

Del campo a la farmacia

Ya existen algunas empresas farmacéuticas interesadas en producir y comercializar el producto natural que podría originarse a raíz de estas investigaciones del CIPRONA.
El proyecto de investigación se denomina "Nuevos agentes antivirales con estructuras fenólicas atípicas". En el 2004 obtuvo el Premio Famila De Girolami y en el 2011 ganó el financiamiento de la IV Convocatoria de Proyectos Conjuntos de Investigación del Convenio de Cooperación entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC) y la Fundación para la Cooperación (CRUSA).
El esfuerzo data desde 1991. En ese año se inició con el análisis de 50 diferentes plantas a nivel nacional que se creía podrían tener cierta actividad antiviral, especialmente contra el herpes. De ellas se definieron más de 200 extractos. Cada extracto tiene cerca de 100 componentes que fueron analizados.
De este proceso se escogieron 5 plantas, de las cuales se aislaron varios compuestos, pero todos perdían su actividad salvo uno que sí la conservaba. La planta se denomina Chamaecrista nictitans. Con esta se continuó trabajando pero en ocasiones se encontraba la sustancia activa en extractos de la planta y a veces no.
Esto despertó la curiosidad de las científicas encabezadas por la Dra. Giselle Tamayo Castillo, quien explicó que lograron establecer que en el país existen cuatro variedades de tres subespecies de la planta. Morfológicamente son muy parecidas, pero presentan variaciones químicas muy importantes”.
Explicó que la presencia y concentración dependía de la subespecie, así como de las condiciones, clima y suelo en que crecía. Entonces se siguió trabajando con la subespecie que más concentración exhibía de la sustancia activa hasta llegar a identificar en ella la fracción purificada 331DF2, donde está concentrada la actividad antiviral y el compuesto.
Esta fracción fue enviada a un laboratorio del CSIC de España, donde se corroboró la presencia del compuesto activo y una propuesta novedosa de su estructura.
Además de la estructura se logró detallar el mecanismo de acción que describe cómo el compuesto inhibe la penetración del virus y su desarrollo.
Para lograrlo las científicas recurrieron a la tecnología de punta con que cuentan los laboratorios del CIPRONA: métodos de cromatografía líquida acoplada a masas que determina el peso molecular de un compuesto asegurando que el compuesto está presente y la resonancia magnética nuclear.
Fuente: UCR/DICYT