lunes, 30 de noviembre de 2015

MÁS VITAMINA C EN EL TOMATE GRACIAS A UN GEN DE LA FRESA

Por la cantidad relativamente baja de vitamina C en el tomate, uno de los frutos de mayor consumo en la dieta mediterránea, investigadores andaluces han aumentado por primera vez esa proporción en un 15% y lo han logrado gracias a técnicas de ingeniería genética. Según el estudio, los científicos transfirieron el gen de la fresa, que tiene mayor contenido en este nutriente, a la planta del tomate para crear un producto con aporte extra de vitamina C y una mayor capacidad antioxidante. 

El tomate es uno de los frutos de mayor consumo en la dieta mediterránea. Sin embargo, su contenido en vitamina C o ácido ascórbico se sitúa en torno a los 15-20 miligramos cada 100 gramos, una cantidad relativamente baja en comparación con otras especies vegetales como los cítricos, el kiwi, la papaya o la fresa, según señalan los expertos.

El organismo humano no produce por sí solo la vitamina C, sino que la adquiere a través de frutas y verduras. Dado que el tomate tiene poca cantidad de este nutriente, pero es uno de los cultivos más consumidos y de mayor importancia a nivel agrario y económico, consideramos que era el alimento adecuado para mejorar su calidad nutritiva”, explica Victoriano Valpuesta, investigador responsable de este proyecto y científico en la Universidad de Málaga.
Para obtener estos resultados, publicados en Biotechnology Journal, el equipo de investigación seleccionó un gen de la fresa que participa en la producción de ácido ascórbico. “Esta fruta es de las que presenta un mayor contenido en vitamina C gracias a uno de sus genes, el que produce la proteína D-galacturotano reductasa. Este ya se había transferido con éxito en lechuga, aumentando el porcentaje de vitamina C en un 200%. Sin embargo, nunca se había probado en tomate”, indica el investigador.
Los análisis realizados a los nuevos frutos obtenidos mediante modificación genética confirmaron un incremento del 15% de esta vitamina antioxidante. “Es un aumento moderado. No es mucho ya que, en general, modificar los niveles de este compuesto en una planta resulta difícil debido a que están muy controlados. Así, cuando los niveles de vitamina C se alteran, el organismo pone en marcha una serie de recursos para mantenerlos estables. Son los denominados mecanismos homeostáticos que se activan ante un desequilibrio interno, como en este caso, el incremento de vitamina C”, afirma Valpuesta.
Potente antioxidante
Entre las ventajas que reporta el aporte extra de este nutriente, el experto señala sus efectos beneficiosos sobre la salud humana. “Aunque la deficiencia de ácido ascórbico no es común en los países desarrollados, las dietas enriquecidas o suplementadas en vitamina C se asocian con un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o cáncer”, continúa.
Esta influencia sobre la salud se debe a la capacidad antioxidante del ácido ascórbico que frena el daño causado por un exceso de radicales libres. Estas moléculas se forman en muchos procesos del cuerpo humano, por ejemplo, en el sistema inmune cuando se defiende de virus y bacterias. De igual manera, el ácido ascórbico es una molécula clave en las plantas para protegerse de un exceso de radiación solar durante la fotosíntesis.
Sin embargo, hay otros factores externos, como una mala alimentación o la contaminación, que pueden incrementar la oxidación. “El cuerpo controla los radicales libres que se producen de forma natural, pero si hay un exceso se originan ciertos daños como los ya mencionados. Una de las formas de combatir los efectos negativos de estas moléculas es el consumo de antioxidantes”, prosigue el investigador.
Alimentos con nuevos ADN
El proceso para modificar el producto genéticamente se ha desarrollado en laboratorio. A través de diversas técnicas, los expertos transfirieron el gen de la fresa a la planta del tomate. A continuación, las tomateras pasaron al invernadero donde fueron cultivadas hasta la fase de fructificación. Cuando los nuevos frutos alcanzaron la plena maduración, es decir, todo el tomate era de color rojo, los investigadores determinaron su contenido en vitamina C y su capacidad antioxidante.
El resultado de este procedimiento es un fruto con un ADN modificado. “La ingeniería genética consiste en la modificación del genoma de una especie, ya sea transfiriendo un gen de otra variedad, es decir, un gen exógeno, o alterando los que tiene la propia planta”, asevera el científico.
Según el experto, en el mundo hay unos 200 millones de hectáreas cultivadas con organismos modificados genéticamente. “La ingeniería genética, con todas sus precauciones, debe contemplarse como una solución para crear productos con un valor nutritivo añadido”, señala.
Tras finalizar este proyecto, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, los investigadores del departamento de Biología Molecular y Bioquímica del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea La Mayora (centro mixto de la Universidad de Málaga y el CSIC) y del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA) centrarán sus trabajos en la mejora de la calidad de la fresa y en el estudio del genoma del olivo, una herramienta básica para profundizar en el conocimiento de este árbol de origen mediterráneo.
Referencia bibliográfica:
 Iraida Amaya, Sonia Osorio, Elsa Martinez-Ferri, Viviana Lima-Silva, Verónica G. Doblas, Rafael Fernández-Muñoz, Alisdair R. Fernie, Miguel A. Botella and Victoriano Valpuesta (2015). "Increased antioxidant capacity in tomato by ectopic expression of the strawberry D-galacturonate reductase gene". Biotechnology Journal 10 (2015), 490-500. http://dx.doi.org/10.1002/biot.201400279

Fuente: Fundación Descubre

viernes, 30 de octubre de 2015

ELIMINAN HONGOS QUE ATACAN FRUTAS Y HORTALIZAS CON ACEITE DE ORÉGANO Y EUCALIPTO

Los resultados han sido óptimos en frambuesa, papaya, pepino, calabacita, mango y jitomate. Los investigadores de FES-Cuautitlán también diseñaron un modelo de envase activo con propiedades antifúngicas que alargaría la vida de anaquel de alimentos

Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han demostrado la actividad anti fúngica in vitro del aceite esencial del orégano y eucalipto en fase de vapor, éste ya ha demostrado su eficacia en el control de hongos causantes de enfermedades en frutas y hortalizas.

Hasta el momento han controlado los hongos Botrytis cinerea, Fusarium sp., y Colletotrichum sp., que ocasionan enfermedades en fresa, fambruesa, mango, papaya, jitomate y calabacita, entre otras y que provocan hasta un 45 por ciento de pérdidas económicas.

La doctora Andrea Trejo Márquez, titular de la investigación explica que ya se ha probado al eucalipto contra hongos de frambuesa, y el orégano se ha evaluado en papaya, pepino, calabacita, mango y jitomate, y los resultados han sido óptimos.

Otra de las propuestas de la investigación realizada en el Laboratorio de poscosecha de Productos Vegetales de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán de la UNAM, es diseñar un modelo de envase activo, es decir, incorporar el compuesto antifúngicos que mantenga sus propiedades en los compuestos bioactivos de las frutas y legumbres el mayor tiempo posible.

El envase activo desarrollado por los universitarios permite la liberación controlada de los agentes antifúngicos contenidos en aceites esenciales para el control de hongos causantes de enfermedades durante el almacenamiento de frutos y hortalizas.

“A partir de la encapsulación de estos compuestos se busca tener su liberación controlada que evite la presencia de microrganismos en los frutos y vegetales. El envase está diseñado para conservar frutas, hortalizas frescas. Sin embargo, sólo será efectivo en productos atacados por los hongos Botrytis cinerea, Fusariun sp. Y Colletotrichum sp, detalla la doctora Trejo Márquez.

La especialista asegura que la tecnología de envases activos puede proporcionar a los alimentos una vida segura y prolongada. La incorporación de ciertos aditivos al material de envase mantiene su calidad, seguridad y propiedades sensoriales sin agregar directamente agentes activos en el producto.

“La idea es que los materiales para el envase incorporen el agente antimicrobiano como una barrera protectora adicional. Es un método de conservación que extiende su vida útil y reduce el riesgo de trasmitir patógenos a los alimentos”.
En la actualidad, los investigadores están en la etapa de evaluar las aplicaciones para diferentes productos vegetales y observar la parte sensorial porque a pesar de los compuestos bioactivos no están en contacto directo con el producto estos son volátiles y podrían afectar el sabor. Al tiempo que preparan la patente, o bien, su transferencia tecnológica.

Este trabajo fue parte del proyecto de investigación Desarrollo de envases activos para la conservación de frutas frescas y mínimamente procesadas financiado por la UNAM. El grupo de trabajo está conformado por las doctoras Ma. Andrea Trejo Márquez y Gabriela Vargas Martínez; las maestras en ciencia Selene Pascual Bustamante y Adela Lira Vargas, la Ingeniera Andrea Flores Meza.

FUENTE: AGENCIA ID/DICYT 

martes, 6 de octubre de 2015

LA ACTIVIDAD AGRÍCOLA Y FORESTAL AUMENTA LA PRODUCCIÓN DE BIOMASA DE LOS ECOSISTEMAS MUNDIALES

La actividad humana mejora la productividad de los ecosistemas en todo el mundo, según un estudio con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) publicado en Nature Geoscience. “Los ecosistemas gestionados transforman en biomasa un 60% del carbono que asimilan durante la fotosíntesis, mientras que los naturales lo hacen sólo un 45%”, explica Josep Peñuelas, investigador del CSIC en el Centre de Recerca Ecològica i Aplicacions Forestals, de Barcelona.

Los investigadores han comprobado este hecho en los seis tipos principales de ecosistemas que hay en el planeta (bosques, prados, cultivos, tundras, turberas boreales y humedales). "A nivel global e independientemente del clima y la vegetación, todos los ecosistemas gestionados por la actividad humana generan biomasa de una manera más eficiente", señala Peñuelas.

"Durante la historia, los humanos nos hemos esforzado para aportar el máximo de recursos a las plantas y así aumentar su productividad de madera, fibras o alimentos. Con este estudio hemos cuantificado qué ha representado esta gestión histórica para los ecosistemas de todo el mundo", apunta Peñuelas. Ejemplos de esta gestión humana son la fertilización de los pastos, que incrementa el stock de nutrientes del ecosistema, o las claras de bosques que aumentan la disponibilidad de nutrientes para cada árbol individual en reducir la competencia entre ellos.

Según los investigadores, este estudio ayudará a hacer proyecciones de futuro y a tomar decisiones políticas para mantener una producción de biomasa, alimentos, madera y fibras naturales que dé respuesta al crecimiento acelerado de la población mundial. Del mismo modo, se podrá cuantificar mejor el carbono que los ecosistemas son capaces de secuestrar y planificar estrategias de gestión que disminuyan la cantidad de CO2 en la atmósfera.

FUENTE: CSIC/DICYT

jueves, 24 de septiembre de 2015

LA SALIDA PREMATURA DE LAS HOJAS SE HA FRENADO EN LOS ÚLTIMOS 35 AÑOS

Un equipo internacional de investigadores con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto que la salida prematura de las hojas de los árboles europeos se ha frenado desde 1980. El estudio, publicado en el último número de la revista Nature, demuestra que este freno es resultado de otro factor que regula la salida de las hojas: la acumulación de frío durante el invierno.

Hasta ahora la mayoría de teorías científicas apuntaban a que el calentamiento global y, por tanto, también el adelanto de la primavera, provocaba que las hojas salieran hasta cuatro días antes por cada grado que aumentaba la temperatura. "Hemos observado que las hojas de los árboles europeos no brotan tan pronto como se pensaba, porque necesitan acumular un cierto número de noches frías para despertar del estado de dormición invernal", comenta Josep Peñuelas, investigador del CSIC y director de la Unidad de Ecología Global del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF).

Los científicos han comprobado a lo largo de 30 años que los inviernos, más cálidos, contrarrestan la llegada prematura de la primavera fenológica, ya que las hojas de las siete especies de árboles más predominantes de Europa no adelantan su salida a la velocidad prevista hasta ahora. Sus análisis muestran que, entre 1980 y 1994, por cada grado que se incrementó la temperatura primaveral, la salida de las hojas se adelantó cuatro días. En cambio, entre 1999 y 2003, este número se retrasó hasta 2,3 días por cada grado.
“Esta menor sensibilidad de los árboles al cambio climático probablemente se explica porque, durante el invierno, cada vez hace menos frío y las plantas necesitan acumular el frío necesario durante más tiempo para despertar del letargo invernal", comenta Peñuelas. "Si, según marcan los modelos para las próximas décadas, el invierno se torna cada vez más cálido, el avance en la salida prematura de las hojas se verá frenado", concluye.

Los días cortos alertan de las heladas
El estudio también menciona otro mecanismo de control que ralentiza el proceso: el denominado “fotoperiodo”. "Las plantas están evitando que los brotes salgan antes de tiempo porque detectan las pocas horas de luz características del invierno. Gracias a este mecanismo, protegen los primeros brotes de los posibles daños de las heladas", explica el investigador del CSIC. Y agrega: “Si continúa disminuyendo el frío invernal, puede que los árboles caducifolios tengan problemas para controlar la salida y desarrollo de las hojas, como se observa cuando se plantan frutales en países más cálidos”.
“En todo caso, la menguante sensibilidad de la salida de las hojas al calentamiento progresivo nos preocupa porque reduce el potencial de los bosques de secuestrar más carbono, lo que intensificaría aún más los efectos del calentamiento global”, destaca Peñuelas.


Yongshuo H. Fu1, Hongfang Zhao, Shilong Piao, Marc Peaucelle, Shushi Peng, Guiyun Zhou, Philippe Ciais, Mengtian Huang, Annette Menzel, Josep Peñuelas, Yang Song, Yann Vitasse, Zhenzhong Zeng & Ivan A. Janssens. Declining global warming effects on the phenology of spring leaf unfolding. Nature. DOI: 10.1038/nature15402

jueves, 17 de septiembre de 2015

UN LIBRO RECOGE LAS CARACTERÍSTICAS Y LOS RETOS DE LOS SUELOS ESPAÑOLES

Juan Fernando Gallardo Lancho, investigador del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA, centro del CSIC), es el editor del libro ‘The Soils of Spain’ ('Los Suelos de España'), una obra que recoge las aportaciones de más de una veintena de expertos nacionales que analizan las características de los variados suelos de España. Este trabajo conjunto aparece en el contexto del Año Internacional de los Suelos 2015, declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), abordando también los principales problemas y retos de los suelos españoles.
 “El lector no se va a encontrar un país homogéneo, sino muy variado”, advierte el editor en declaraciones a DiCYT, tal y como hace al comienzo del libro. En el este peninsular predominan los suelos áridos, calizos y salinos; los suelos mediterráneos, localizados al sur, pueden ser ácidos y destacan por su color rojizo; mientras que en el norte la humedad y la geología determinan suelos generalmente oscuros, ácidos y protegidos por la vegetación.
Como es obvio, todas estas características de la parte más superficial de la corteza terrestre afectan directamente a la agricultura. “Tradicionalmente se ha vinculado los suelos mediterráneos a las zonas en las que hay olivos”, comenta Gallardo. Por otra parte, en Galicia, es imprescindible el encalado del suelo para corregir los problemas de acidez. En las dos mesetas, los terrenos agrícolas son de pobres a muy pobres en materia orgánica, siendo frecuente que los cultivos necesiten nutrientes, como el fósforo.
Sin embargo, los suelos no permanecen inalterables. Acontecimientos históricos como la llegada de los árabes con novedosas técnicas de riego o el descubrimiento de América y la subsiguiente introducción de nuevas especies cultivables han propiciado cambios en los suelos que sería curioso analizar.
Esta constante evolución hace que los desafíos a los que se enfrenta la conservación del suelo también vayan cambiando. “Los problemas de erosión que tenía España han disminuido por el abandono de las zonas menos productivas y con más riesgos, pero este fenómeno tiene otras consecuencias, como el aumento de la biomasa que, a su vez, favorece los incendios durante el estiaje”, señala el experto.
De la erosión a la contaminación


En los últimos años las políticas ganaderas han incentivado un exceso de cabezas que también conlleva erosión del terreno por sobrepastoreo o sobrexplotación. Asimismo, el riego en zonas áridas suele propiciar la salinización, sobre todo cuando se realiza con aguas fósiles (aguas subterráneas procedentes de acuíferos muy antiguos) cada vez a más profundidad. Por otra parte, a medida que aumenta el desarrollo socioeconómico “se están usando los suelos como depuradores de residuos o subproductos de la vida urbana, lo que propicia la contaminación edáfica”, destaca el científico del IRNASA, que aboga por la necesidad de conocer mejor los procesos descontaminantes.
Todas estas cuestiones se abordan en un libro que supone una importante aportación española al Año Internacional de los Suelos por parte de edafólogos con diferentes especializaciones, desde la Geología a la Biología o la Química, ilustrándose con mapas que incluyen los últimos avances en cartografía de suelos. Ha sido la editorial Springer, una de las principales editoriales científicas del mundo, quien lo ha publicado, lo que garantiza una gran distribución internacional.

Los suelos del mundo

No obstante, los principales problemas del suelo hoy en día se encuentran en los países en vías de desarrollo, con casos graves de erosión y contaminación, “sobre todo en la zona andina”. Generalmente, gran parte de esa población vive del sector primario y los terrenos (generalmente minifundios) se encuentran sobreexplotados para alimentar a personas y animales, lo cual lleva a una pérdida de riqueza en materia orgánica edáfica y, por tanto, de fertilidad y de suelo por erosión. El resultado es que cada vez existe menos suelo agrícola disponible. Como consecuencia social, la población empobrecida, a veces discriminada, emigra en masa a las grandes ciudades, donde se generan gigantescas bolsas de pobreza.
En estos países la frontera agrícola se va ampliando, pues cada vez hace falta más terreno para alimentar a una población creciente, por lo que la desforestación va en aumento; pero “Europa no pude dar lecciones a nadie”, opina Gallardo, ya que durante siglos ha hecho lo mismo, de tal manera que hoy en día “no queda ni un bosque natural en Inglaterra o Alemania y solo residualmente en España”.

FUENTE: José Pichel Andrés/DICYT 

martes, 15 de septiembre de 2015

LA VITAMINA B2 FACILITA LA TOMA DE HIERRO POR LAS PLANTAS

La producción y secreción de vitamina B2 o riboflavina y algunos de sus derivados por las raíces de algunas especies vegetales facilita la toma de hierro y, por tanto, su adaptación a ambientes pobres en este nutriente. Esta es una de las principales conclusiones publicadas en la revista New Phytologist a las que ha llegado un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El trabajo podría posibilitar que la fertilización con hierro sea más competitiva y respetuosa con el medio ambiente. El estudio se ha llevado a cabo con Beta vulgaris (remolacha), una especie vegetal con buena adaptación a ambientes pobres en hierro asimilable, y cuyas raíces secretan vitamina B2 en condiciones de deficiencia de hierro. Los resultados desvelan que la carencia de hierro se agrava cuando esta vitamina y sus derivados se retiran del medio de cultivo de las plantas. Por el contrario, la presencia de estos compuestos en el medio promueve la transformación de formas minerales de hierro, que son muy poco solubles pero muy abundantes en los suelos, en formas solubles que sí son directamente asimilables por las plantas.

“A pesar de que el hierro es el cuarto elemento más abundante en la corteza terrestre, sus formas químicas mayoritarias no son asimilables directamente por las raíces. La deficiencia de hierro es uno de los principales factores limitantes de la producción agrícola a nivel mundial. Esta escasez es especialmente grave en suelos calizos, muy abundantes en las zonas de cultivo de árboles frutales de la cuenca Mediterránea, donde el hierro es particularmente insoluble”, explica la investigadora del CSIC Ana Álvarez, de la Estación Experimental de Aula Dei en Zaragoza. El hallazgo abre el camino para la innovación en el sector agrícola. Podría posibilitar el desarrollo de nuevos fertilizantes más competitivos y respetuosos con el medio ambiente.


Patricia Sisó-Terraza, Juan José Ríos, Javier Abadía, Anunciación Abadía, Ana Álvarez-Fernández. Flavins secreted by roots of iron deficient Beta vulgaris enable mining of ferric oxide via reductive mechanisms. New Phytologist. DOI: 10.1111/nph.13633

jueves, 3 de septiembre de 2015

EL MUÉRDAGO, UN NUEVO ALIADO DE LA FITOTERAPIA CONTRA EL COLESTEROL

Investigadores argentinos de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Nacional de Rosario encontraron que el muérdago criollo tiene la propiedad de disminuir el colesterol en la sangre.

Una especie vegetal de la República Argentina, la Ligaria cuneifolia, conocida vulgarmente como “muérdago criollo” exhibe, tanto en estudios in vivo como in vitro, prometedores atributos hipocolesterolémicos, es decir capacidad de disminuir los niveles de colesterol en la sangre. La hipercolesterolemia es uno de los factores que resulta imprescindible controlar para reducir la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, debido a su papel en la producción de arterosclerosis y su asociación con las cardiopatías isquémicas. Las enfermedades cardiovasculares, consideradas hoy una “epidemia” mundial, causan unas 17.000.000 de muertes por año, lo que equivale a un tercio del total de defunciones, según datos recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De allí el interés permanente por desarrollar nuevas estrategias terapéuticas.



El “muérdago criollo”, una especie muy difundida en el territorio argentino, es una planta hemiparásita. En la Argentina, principalmente en las provincias del interior, como en el resto del mundo, la palabra “muérdago” es aplicada a las plantas que tienen un comportamiento similar al de Viscum album (es decir, al muérdago nórdico, el ´auténtico´muérdago) y cierto grado de relación taxonómica. Son plantas hemiparásitas que se desarrollan sobre vástagos leñosos, por lo tanto dependen del hospedante para vivir, de donde obtienen el agua y los nutrientes minerales; son organismos fotosintetizadores ya que producen sus propios carbohidratos. Por su condición de hemiparásitas, en general están desprovistas de raíces; al germinar la semilla da lugar a un disco de adhesión en el hipocótilo que le permite aferrarse a la superficie de las ramas y de los tallos del hospedante. Luego generan un cono de penetración que crece entre los tejidos hasta llegar al xilema por donde circulan el agua y las sales.



El equipo interdisciplinario de investigadores está integrado por expertos de las cátedras de Farmacobotánica, Farmacognosia, Farmacología, Inmunología, Química General e Inorgánica, Tecnología Farmacéutica I, Citogenética y Química Medicinal de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (FFyB-UBA). Trabajaron en colaboración con expertos de las facultades de Medicina, de Química y de Bioquímica y Farmacia de la Universidad Nacional de Rosario, otra entidad universitaria argentina.



Los científicos analizaron exhaustivamente las propiedades del muérdago criollo, que en la medicina popular viene utilizándose ancestralmente, como explica el doctor Marcelo Wagner, profesor titular de la cátedra de Farmacobotánica, y director del Museo de Farmacobotánica “Juan A. Domínguez” de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA. Hallaron que esta planta medicinal es rica en polifenoles, que son sustancias antioxidantes, y tanto en estudios farmacológicos in vitro como in vivo, observaron que el extracto de muérdago criollo favorece la disminución del colesterol plasmático, disminuye la concentración de lipoproteína LDL, y también aumenta el flujo y la excreción de colesterol por la vesícula biliar. Los resultados obtenidos fueron publicados en dos artículos de la revista internacional Clinical Hemorheology and Microcirculation.



Los polifenoles hallados en el muérdago son candidatos ideales para el desarrollo de fármacos a partir de plantas medicinales. “Los estudios de biodisponibilidad de los principios activos del muérdago en sangre, y los estudios de hepatotoxicidad y genotoxicidad arrojaron resultados promisorios. Demostraron que el uso prolongado de Ligaria como tratamiento del colesterol no afecta el hígado y tampoco el material genético de las células”, señala Wagner. Encontraron, además, que los extractos de muérdago resultan efectivos aun en muy bajas dosis. El muérdago se perfila, entonces, como un gran candidato a la transición de la medicina popular y la fitoterapia a un medicamento.



Los estudios de esta especie vegetal tienen larga tradición en la Facultad de Farmacia y Bioquímica. De hecho, ya para mediados de la década de 1980 Wagner había realizado su tesis doctoral sobre la temática. En distintas líneas de trabajo con esta planta medicinal, los investigadores de la UBA habían hallado también propiedades antitumorales y anticancerígenas.



El colesterol es una estructura esteroide que se encuentra en las membranas celulares, es precursor de la vitamina D, de las hormonas sexuales y de las sales biliares. El colesterol que circula por el cuerpo es transportado por la sangre y se encuentra unido a proteínas llamadas lipoproteínas. Dos de las lipoproteínas más importantes son la lipoproteína de alta densidad (HDL, del inglés high density lipoproteins), y la lipoproteína de baja densidad (LDL del inglés low density lipoproteins).



Las HDL retiran el colesterol de las células y de las arterias, y lo transportan hacia el hígado donde es excretado por la vesícula biliar a los intestinos para luego ser eliminado por el organismo. Las HDL son vulgarmente conocidas como el colesterol “bueno”. Las LDL son las encargadas de llevar colesterol hacia las células, y son popularmente conocidas como el colesterol “malo”, dado que el aumento de su concentración en la sangre incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. El colesterol total en el plasma sanguíneo se calcula como la suma de HLD, LDL y otras lipoproteínas.



Si bien hoy se cuenta con drogas para tratar el aumento de colesterol, las estatinas, tienen efectos adversos conocidos sobre el organismo. El consumo prolongado de estastinas puede causar dolores musculares, debilidad muscular, diabetes y daños en el hígado. “Los fármacos disponibles son muy eficientes para tratar la fase aguda de la enfermedad, pero no se piensa en los afectos adversos causados en los tratamientos prolongados o crónicos”, resalta Wagner. Y agrega: “Los productos naturales no tienen la misma eficiencia en la fase aguda que los medicamentos convencionales, pero en cambio, constituyen una excelente opción para tratamientos crónicos al carecer de los efectos colaterales que tienen las drogas de síntesis”.



“También, los fármacos que se desarrollen a partir del muérdago podrían administrarse de forma conjunta con las drogas sintéticas en uso, para bajar las dosis de estas y disminuir sus efectos indeseados”, postula, por su parte, el doctor Rafael Ricco, profesor adjunto de Farmacobotánica.



El próximo paso consiste en lograr el apoyo de la industria farmacéutica que permita desarrollar y lanzar al mercado un nuevo medicamento con compuestos naturales, sintetizados por plantas y que aminore los efectos adversos de los tratamientos farmacológicos convencionales.

FUENTE: UBA/DICYT