viernes, 17 de julio de 2015

EXPERTOS EN PREVENCIÓN DE INCENDIOS DE LA ETSEAMN RECOMIENDAN IMPULSAR EL EMPLEO RURAL PARA ACABAR CON LOS INCENDIOS

El profesor José Andrés Torrent, de la Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Agronòmica i del Medi Natural (ETSEAMN), perteneciente a la Universitat Politècnica de València (UPV), considera que el fuego es el cáncer de los montes y que deben tomarse medidas urgentes para acabar con los incendios que cada año asolan los bosques de la Comunidad Valenciana.

José Andrés Torrent es profesor del Grado de Ingeniería Forestal y del Medio Natural de la ETSEAMN, donde imparte la asignatura “Prevención y Extinción de Incendios Forestales”. En su opinión, “los montes de la Comunidad Valenciana son destruidos cada año por los incendios porque los bosques, hoy en día, ya no están equilibrados, al haber sido alterados por la mano del hombre. Esto provoca que cada incendio pueda arrasar miles de hectáreas. Además, la selvicultura preventiva es carísima y no se invierte ni en las zonas protegidas o se invierte muy poco”.
Otro factor clave a tener en cuenta, según explica Torrent, “es que del orden del 90-95% de los incendios no son provocados por causas naturales, como los rayos, sino que tienen origen humano. En realidad, los incendios naturales en montes en equilibrio ecológico, forman parte de la evolución de los mismos y en ocasiones pueden ser hasta positivos, creando ecotonos e incrementando la biodiversidad. Pero actualmente esas circunstancias no existen en nuestros montes, y los incendios provocados por la mano del hombre destruyen los ecositemas y nos empobrecen a todos”.

Además, la sociedad no es suficientemente consciente de los gravísimos daños reales que causa un incendio como la erosión de los suelos, la destrucción de hábitats tanto de fauna como de flora, la alteración del ciclo hidrológico, el inicio de procesos generalizados de desertificación, la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, los altos gastos de extinción, las pérdidas económicas directas e indirectas, y la pérdida de valores paisajísticos.
Ante este panorama, el profesor considera de vital importancia tomar medidas urgentes para evitar los incendios y los graves problemas que causan. “Debería ser prioritario crear empleo en el sector forestal e impulsar iniciativas empresariales en las zonas forestales. Hay muchas iniciativas que se pueden llevar a cabo para que los jóvenes vuelvan a vivir en los pueblos, como producir plantas medicinales, aromáticas, culinarias, semillas, recuperar especies, cría de caracoles, de especies cinegéticas, gestionar biomasa,  la agricultura de montaña, la ganadería rústica, recuperando razas autóctonas, el turismo rural, silvoturismo, deportes de naturaleza, etc… ordenar correctamente e investigar en estos aspectos es fundamental y nos jugamos el futuro de nuestros montes y bosques”, explica Torrent.
El profesor asegura que muchos de sus alumnos, al acabar los estudios, deben emigrar a otros países o ingresar en las listas del paro, “cuando se irían encantados a vivir a los pueblos que hay semi-abandonados en las zonas forestales del interior, donde en breve tiempo se quedarán los pueblos completamente vacíos. Esto sería posible, si hubiera iniciativas de empleo. Con ello, conseguiríamos no sólo reducir la cantidad de incendios, sino que el sector forestal contribuiría a reducir la plaga y gran injusticia del paro juvenil, los montes estarían cuidados, serían productivos y podrían reequilibrarse”.
Otra de las medidas que recomienda el profesor para que los incendios no sean tan virulentos es la reinserción de animales salvajes o razas rústicas en estado de semilibertad como caballos, cabras montesas, corzos o ciervos, etc. “Esta medida debería llevarse a cabo mediante una buena gestión para que se llegue a un equilibrio, pero los animales mantendrían los montes limpios”, asegura Torrent.


Y por supuesto, un factor fundamental es la concienciación social. Torrent manifiesta que “es necesaria una filosofía de gestión por parte de los políticos que entiendan qué son los bosques, para que los incendios desaparezcan. Y la sociedad debe entender los graves problemas que ocasiona un incendio y que van más allá de un paisaje arruinado”. 

lunes, 13 de julio de 2015

UN PROCESO DE AUTORREGULACIÓN DE LAS PLANTAS INFLUYE EN LOS NIVELES DE POLEN

La alergia al polen es la forma más común de enfermedad respiratoria alérgica en Europa. Un estudio internacional liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha revelado que las fluctuaciones del polen en el aire no solo dependen de la variación de lluvias o temperaturas, como se pensaba hasta ahora, sino que también son fruto de un proceso de autorregulación de las poblaciones de plantas. Los resultados de este trabajo, publicado en Science of the Total Environment, permitirán entender los factores que determinan los niveles de polen en la atmósfera y prever con mayor precisión sus variaciones anuales.

Los científicos han utilizado datos de los niveles de polen en el aire recopilados durante 30 años en la ciudad de Córdoba, ya que en el sur de España cerca de un 60% de la población es sensible al polen de gramíneas. Estos datos han permitido desarrollar un modelo matemático que explica y predice los niveles de polen. “Hemos extrapolado los resultados al resto de Andalucía y, de acuerdo con nuestras predicciones, en el 2070 habrá un incremento de polen por gramíneas de hasta el 44% en algunas zonas de la comunidad autónoma”, explica José Luis González Andújar, investigador del CSIC en el Instituto de Agricultura Sostenible de Córdoba y en el Laboratorio Internacional en Cambio Global.

El estudio se basa en los niveles de polen tomados con un captador aerobiológico. Mediante modelos de dinámica de poblaciones, “una novedad en esta área” según señala González, se han analizado separadamente el efecto de factores externos, como los climáticos, y la dinámica de autorregulación de las plantas. “De este modo se pueden predecir los niveles de concentración de polen en la atmósfera, lo que puede ser muy útil para los servicios de Salud Pública”, señala el investigador del CSIC.

Para las próximas décadas los expertos predicen importantes aumentos de polen. “Esto se traducirá en un incremento de la presencia de alérgenos en el ambiente y, como consecuencia, se prevé un incremento de las enfermedades respiratorias”, apunta González.

En el trabajo también han participado investigadores de la Universidad de Córdoba y de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

D. García de León, H. García-Mozo, C. Galán, P. Alcázar, M. Lima y J. L. González-Andújar. Disentangling the effects of feedback structure and climate on Poaceae annual airborne pollen fluctuations and the possible consequences of climate change. Science of the Total Environment. DOI: 10.1016/j.scitotenv.2015.05.104